Las principales fuerzas políticas lamentaron ayer que ETA siga sin renunciar al uso de la violencia y que pretenda además seguir tutelando a la izquierda abertzale en el último comunicado de la banda terrorista publicado ayer en el diario Gara. En el escrito, fechado el pasado 31 de diciembre, días antes de las últimas operaciones policiales contra ETA, la banda deja claro que una tregua o un alto el fuego «no trae como consecuencia un proceso democrático», sino que será «la actuación de todo el pueblo y la presión» la que les lleve a ese escenario.
«No podemos quedarnos mirando al enemigo, es hora de tomar la iniciativa y actuar», advierte ETA, que asegura, eso sí, que «hace suyos» los planteamientos de la llamada izquierda abertzale. En este sentido, explica que su «fuerza radica en la lucha política» y que «el proceso democrático no es la mejor opción, sino que es la única», el cual no «avanzará» hasta que cese «la violencia del Estado».
El comunicado de ETA no ha convencido en absoluto al Gobierno vasco, que considera que la banda sólo pretende «controlar» a su aparato político mientras mantiene la actividad terrorista.
Para el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, el comunicado de ETA está destinado al «consumo interno» y ha criticado que los terroristas no digan lo que la «inmensa mayoría» de la sociedad vasca reivindica: «que cierre la persiana y que abandone de manera definitiva e incondicional la práctica del terrorismo». Coincide con esta visión el PP, que cree que la banda terrorista tan sólo pretende «zanjar un enfrentamiento interno con la garantía de las armas».
Aralar también ha considerado «contradictorio» que ETA reconozca la validez de la propuesta política de la izquierda abertzale pero al mismo tiempo «continúe con la lucha armada». En esta misma línea, el coordinador general de Esker Batua (EB), Mikel Arana, ha advertido al mundo de ETA de que la lucha política y el proceso político son «incompatibles» con la violencia.