La Fiscalía de la Audiencia Nacional pedirá 900 años de cárcel para los tres presuntos terroristas Mattin Sarasola, Igor Portu y Mikel San Sebastián acusados de perpetrar el atentado de la T-4 de Barajas el 30 de diciembre de 2006, en el que murieron dos ciudadanos ecuatorianos.
Así consta en el escrito de conclusiones provisionales firmado por el fiscal jefe de este tribunal, Javier Zaragoza, que además de la citada pena de cárcel para cada uno de los tres acusados, solicita que estos indemnicen a los familiares de Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio con 500.000 euros por cada uno de los fallecidos.
El Ministerio Público les imputa dos delitos de asesinato terrorista, cuarenta y uno de tentativa de asesinato por las personas que resultaron heridas en el atentado y uno de estragos.