Los principales políticos del país no dudan en sumarse a la fiesta por la consecución del Mundial de fútbol a manos de la selección española. Sobretodo, los del PSOE, que sustentan al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que, con la que cae, aprovechan la euforia que inunda España para hacer olvidar, aunque sea por momentos, las dificultades que viven gran parte de los ciudadanos.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, felicitó a la selección por su victoria en el Mundial y destacó que sus jugadores han contagiado de entusiasmo y compañerismo todos los rincones de España. Para la vicepresidente primera, la selección española ha demostrado que «el esfuerzo, el espíritu de equipo, la deportividad y un inmenso talento son los mejores ingredientes para cosechar los mayores éxitos».
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, vaticinó que el triunfo del combinado español «será bueno» para la situación económica del país. «Yo creo que ganar un mundial es una prueba de que cuando nos proponemos algo, lo conseguimos, y que además nos crecemos ante las dificultades. Todo eso es bueno, da confianza en nuestro país, dentro y fuera, y eso también será bueno para el PIB», dijo Salgado al llegar a Bruselas para participar en una reunión de ministros de Finanzas europeos.
Preguntada por las previsiones más optimistas, que auguran que la victoria de la selección española provocará un crecimiento del 0,7% del PIB, la ministra lo consideró «un poco exagerado», aunque añadió que «siempre es un avance» para la economía que haya «buen humor» y «buen ambiente».
Todos los sentidos
La proeza de 'La Roja' beneficiará «mucho» a España y promocionará su imagen «en todos los sentidos», según el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Àngel Moratinos, quien ha augurado un incremento de las exportaciones, las inversiones, la economía y el comercio.
Igual de optimista se mostró su compañera de gabinete, la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, que cree que la heroicidad de los 23 jugadores servirá de estímulo para reforzar la confianza en España y recuperar la fe en las posibilidades económicas del país. Reconocido forofo del fútbol, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, está encantado de que se haya «roto un maleficio histórico» y se haya «saldado una deuda con la historia».
Al ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, le gustó la humildad y la deportividad de la selección, que ha demostrado que «frente a la marrullería se puede ganar con juego limpio».