El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que no siente que haya traicionado sus principios con la reforma laboral aprobada el jueves en el Parlamento. Asimismo, ha avisado que la huelga general convocada por los sindicatos para el 29 de septiembre no cambiará la reforma, aunque sí está dispuesto a hablar con los agentes sociales de otros temas como el sistema de pensiones.
Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, se mostró «completamente convencido» de que más del 60 ó el 70% de la población laboral secundará el paro, mientras que su homólogo de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, apuntó que el líder del Ejecutivo «se va haciendo progresivamente el haraquiri».
Sentimiento
En una entrevista a la Cadena Ser, el presidente del Gobierno recordó «la necesidad de hacer cambios en un modelo laboral que durante las tres últimas crisis ha llevado a España a la tasa de paro más alta de la UE».
Al ser preguntado por el recorte de derechos que supone la reforma, Zapatero señaló que «algunos de los derechos fundamentales de los ciudadanos son el derecho al trabajo, a la estabilidad en el empleo y el derecho colectivo a defender los intereses de los trabajadores, que se mantiene en el modelo de reforma laboral».
«No siento que haya traicionado mis principios con la reforma laboral», indicó Zapatero.
Los líderes sindicales se pronunciaron en una rueda de prensa en Cáceres antes de una concentración con los delegados sindicales extremeños en la que los presentes, al igual el pasado jueves en Madrid, volvieron a corear el grito de 'Zapatero dimisión'.
En referencia a las declaraciones de Zapatero sobre que «no ha traicionado sus principios», Toxo mantiene que «todo el mundo puede rectificar» y que «sería justo que lo reconociese».
«No hablaría de traición porque es una palabra muy fuerte y muy dura, pero tal vez es el sentimiento que tienen algunos de los destinatarios de las medidas que ha adoptado el gobierno según un ideario y una forma de entender las cosas», añadió.