El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apostó ayer por reorientar las políticas de protección social a los desempleados hacia la formación para luchar contra el paro y aseguró que España no caerá en «la peor crisis», que es, a su juicio, la del pesimismo y la resignación.
Zapatero lanzó este mensaje en el coloquio inaugural de la conferencia auspiciada en Oslo por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para analizar el impacto de la crisis en el empleo, donde reconoció el «gravísimo» problema del paro y destacó la necesidad de talento y formación. «Una persona, cuando está formándose, está trabajando, está trabajando para el país», manifestó.
Formación fue la palabra más repetida por Zapatero en un coloquio en el que estuvo acompañado por el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn; el director general de la OIT, Juan Somavia; los primeros ministros de Grecia, Giorgos Papandreu, y Noruega, Jens Stoltenberg, y la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf.
«Nueva mirada»
En su intervención apenas citó la reforma laboral recién aprobada, sino que se centró en la «nueva mirada» que se necesita para pasar de las tradicionales políticas sociales a políticas que fomenten la capacitación de los trabajadores y estimulen a los emprendedores e innovadores. En el documento de trabajo preparado por el FMI y la OIT para la conferencia, España destaca como el país donde más se ha disparado la tasa de paro con la crisis, hasta alcanzar el 20 por ciento, y donde se registra el mayor índice de temporalidad (cercano al 30 por ciento) en relación con los miembros de la OCDE.
Zapatero recordó que el 80 por ciento de los parados en España cuentan con algún tipo de protección y explicó que la reforma laboral busca dotar de flexibilidad a las empresas para que puedan adaptarse a las circunstancias económicas, con medidas como reducciones de jornada o rebajas salariales.
Añadió además el objetivo de estimular la contratación indefinida, lo que se logrará al rebajarse los costes y extender el contrato de fomento del empleo con 33 días de indemnización por año trabajado.
A su juicio, hay todavía que esperar unos meses para que las empresas exploren las posibilidades de la reforma y ver sus efectos, pero «dará resultado y será positivo para el mercado laboral, tanto para evitar la destrucción de empleo como para favorecer la estabilidad».
Tras la reforma del sistema financiero y del mercado laboral, Zapatero ratificó su intención de enviar al Parlamento el proyecto de ley de reforma del sistema de las pensiones antes de fin de año, tras recibir el informe de la Comisión del Pacto de Toledo.
«Si un gobernante sabe, con los datos de que dispone, que dentro de diez o quince años nuestro sistema de pensiones que es la columna de la cohesión social puede tener problemas, hay que actuar y vamos a actuar», manifestó.