Miles de guardias civiles se manifestaron ayer por las calles de Madrid al grito de «Ya no tenemos miedo» y «No somos esclavos» en demanda de mejoras laborales para los agentes, una protesta «histórica» a la que se sumaron los líderes de Izquierda Unida, UGT y CCOO.
Aunque desde 2005 han tenido lugar otros cuatro actos de protesta protagonizados por guardias civiles, la celebrada ayer fue la primera manifestación convocada por las asociaciones profesionales del instituto armado y la primera también a la que asistieron oficiales del cuerpo.
La manifestación, convocada por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y la Unión de Oficiales (UO), que cifraron la asistencia en unas 20.000 personas, ha sido posible después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) revocara la decisión de la Delegación del Gobierno de prohibirla.
Participantes
En la cabecera de la manifestación, junto a los convocantes, había representantes de sindicatos de la policía, los Mossos d'Esquadra y la Ertzaintza, así como de la organización Eurocop, que agrupa a los sindicatos policiales europeos.
También estaba el coordinador general de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, que pidió a los guardias civiles que, ya que no pueden hacer huelga el día 29, se sumen a ella «con el corazón» para «parar la ofensiva contra la clase trabajadora».
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fueron los protagonistas de la mayoría de las consignas coreadas a lo largo de la protesta, ya que durante las tres horas que duró se escucharon gritos de «Rubalcaba, dimisión» o «Zapatero, embustero».
Finalizado el recorrido, el secretario general de la AUGC de Madrid, Juan Antonio Agudo, leyó una carta del funcionario de Prisiones José Antonio Ortega Lara, víctima del secuestro más largo cometido por ETA, en la que éste envía un mensaje de apoyo y solidaridad a los guardias civiles.
Expedientados
El resto de los intervinientes pidieron al Ministerio del Interior que archive los expedientes abiertos a los secretarios generales de AUGC y UO, Alberto Moya y Francisco García Ruiz, por acusar al Gobierno de tratarles «como a terroristas» por prohibir la manifestación. «Los guardias civiles ya no tenemos miedo», dijo Moya, mientras que García aseguró que «empieza una nueva etapa en la Guardia Civil».
Dos son las demandas principales de los guardias civiles que ayer se manifestaron: la equiparación de su jornada laboral a la de los policías y una reforma de la Ley de Personal que integre las dos escalas de oficiales, de modo que los agentes que proceden de la promoción interna no estén discriminados respecto de los que vienen de la Academia Militar de Zaragoza.
Tras la manifestación, el Ministerio del Interior hizo público un comunicado en el que reitera su voluntad de «seguir mejorando» las condiciones laborales de los agentes.