El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha denunciado la consecución del pacto del Gobierno y el PNV para salvar los Presupuestos de 2011, que también apoya Coalición Canaria, por tratarse de la obra de «un sindicato de intereses particulares» que atentan contra el interés general. Rajoy ha clausurado en Canarias la reunión interparlamentaria de su partido, marcada por el acuerdo que el viernes ultimaron y dieron a conocer el PSOE y el PNV, y que los cargos del PP censuraron desde el primer momento.
Si en la apertura de la interparlamentaria los populares dirigieron sus críticas a los nacionalistas vascos y a los canarios, valedores de otro acuerdo con el Gobierno que refuerza al apoyo a las cuentas públicas, ayer el líder del PP y el vicesecretario nacional, Javier Arenas, las enfocaron en el Gobierno y en su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero.
Otro que no se la librado ha sido el lehendakari, Patxi López, a quien Rajoy ve como el gran «perjudicado» por haberse quedado fuera y situarse ahora en «una posición de enorme debilidad». Según ha señalado, Zapatero, con ese pacto, «transmite el mensaje de que el que cuenta es el PNV», y no el PSE, el partido que con la ayuda de un acuerdo con los populares vascos logró romper la hegemonía de los nacionalistas en la Lehendakaritza.
Pero en la estrategia del presidente del Gobierno Rajoy atisba ya el desenlace, pues «pasó en el debate del Estatuto de Cataluña» hace unos años, cuando Zapatero desbloqueó la negociación del texto a través de una reunión con el líder de CiU, Artur Mas, en detrimento de Pasqual Maragall, entonces al frente de la Generalitat.
Engaño
«Al final, como con Mas, Zapatero engañará al PNV», ha sentenciado Rajoy. Ha criticado igualmente la motivación del pacto, ya que, en su opinión, el objetivo de los socialistas, y en concreto de su jefe, es continuar «un año más en el poder haciendo daño», en tanto que la pretensión de los nacionalistas, además de debilitar a López, consiste en recabar «unas transferencias más que discutibles».
Según su criterio, los «perjudicados» que «quedan fuera» son «las personas en paro, los pensionistas, las pymes, los funcionarios, los inversores, los autónomos y los españoles».