El Gobierno y las distintas fuerzas políticas recordaron ayer a la izquierda abertzale que más allá de las declaraciones de intenciones lo único importante es que se separen definitivamente de ETA y abandonen las armas.
Así se pronunció el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el líder del PP, Mariano Rajoy, tras conocer las declaraciones del ex portavoz de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi, en las que aseguraba que ETA está preparada para abandonar la violencia.
Pérez Rubalcaba dijo que la ceremonia de manifestaciones sobre un inminente abandono de la violencia por parte de ETA no es novedosa por lo que parece que se trata, una vez más, de «una estrategia de propaganda» de la banda terrorista. Por ello, advirtió a los abertzales de que décadas de hechos «tremendos» y asesinatos no se pueden zanjar con «dos o tres declaraciones», por lo que les animó a que sustituyan las tres letras de «las siglas de ETA por las de FIN».
Que dejen de ser terroristas
El presidente del PP, Mariano Rajoy, insistió en que «sólo importa» que «los terroristas dejen de ser terroristas» y subrayó que, mientras esto no se certifique, ni Batasuna ni ninguna fuerza satélite podrá presentarse a las elecciones. «Los terroristas no se pueden presentar a ningunas elecciones mientras no dejen de ser terroristas; todo lo demás no importa», ha aseverado.
La portavoz del Gobierno vasco, Idoia Mendia, comentó que las palabras del ex portavoz de Batasuna «no aportan nada» porque no contienen novedades y advirtió de que «ha llegado el momento de los hechos». Sin referirse en concreto a las afirmaciones de Otegi, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, expresó su convencimiento de que si ETA deja las armas definitivamente, la sociedad sería generosa a la hora de ayudar a la integración social de las personas vinculadas a la organización.