El Rey, acompañado por la Reina y los príncipes de Asturias, presidieron en el Palacio Real la celebración anual de la Pascua Militar, una ceremonia en la que participan las principales autoridades del Estado, los tres Ejércitos y la Guardia Civil y a la que han asistido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba. En su primer discurso del año, el Rey valoró la contribución de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil al esfuerzo de austeridad derivado de la crisis económica, que, según ha señalado, debe continuar «sin merma del adecuado mantenimiento de los sistemas de armas, ni de la seguridad» de las tropas, «especialmente de aquellas que desarrollan misiones internacionales».
Asimismo, advirtió de que el continuo proceso de transformación de las Fuerzas Armadas «ha de estar en consonancia con el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN», lo que les exige «estar preparadas para poder ayudar a promover la seguridad común» junto a los socios de España en la Alianza «allá donde se requiera». Don Juan Carlos destacó en su discurso la «extraordinaria labor en el exterior» de las Fuerzas Armadas, «un factor clave para afianzar el peso de España» que «ha reforzado aún más el prestigio de la institución militar».