El portavoz del sindicato de controladores USCA, César Cabo, afirmó este martes que el colectivo «confía plenamente» en el arbitraje del exministro de Trabajo Manuel Pimentel y criticó que durante la negociación del segundo convenio colectivo entre AENA y USCA, que finalizó ayer, la gestora aeroportuaria «no ha demostrado voluntad real de negociar».
En declaraciones a los medios mientras se celebraba la primera reunión dirigida por Pimentel, Cabo mostró su confianza plena en la capacidad del exministro «para resolver el conflicto laboral» y subrayó que lo único que desea el colectivo es «un marco laboral estable exactamente igual al de los controladores aéreos europeos».
En este sentido, remarcó que el conflicto entre las dos partes tiene que ver con «la jornada laboral, la carrera profesional y otros aspectos técnicos» de su profesión y aclaró que, hasta ahora, sólo han conseguido llegar a un acuerdo en los capítulos relacionados con la «prevención de riesgos laborales» y el «salario», que supondría un 10% del convenio.
Cabo aseveró que tener que recurrir a la figura del arbitraje no supone un «fracaso», si bien aclaró que el sindicato hubiera preferido no haber tenido que llegar a este punto. «Siempre hemos mantenido una actitud totalmente dialogante de negociación», apuntó.
«Somos optimistas, confiamos plenamente en el árbitro. Estamos únicamente deseando recuperar la estabilidad laboral, trabajar con normalidad como el resto y seguir trabajando para que los aviones vuelen», puntualizó.
Por último, reprochó la falta de «participación activa» del secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas, que, según sostuvo, «en su momento dijo que se iba a implicar» y supuso un «motivo de esperanza» para el colectivo.