Representantes del Gobierno en materia turística han coincidido en la tesis de que el desvío de turistas a destinos españoles como consecuencia de las revueltas en Egipto y Túnez es consecuencia de una situación coyuntural y que este flujo de turistas «prestados» volverá a su cauce una vez se resuelva la crisis política de estos países.
Así lo consideran el secretario general de Turismo y Comercio, Joana Mesquida; el subdirector general de Turespaña, Alvaro Blanco; y el director de la Oficina Española de Turismo en Londres, Ignacio Vasallo, quienes han participado este viernes en las IV Jornadas sobre Mercados Emisores que se han celebrado en Palma de Mallorca.
Mesquida ha señalado que, si bien es cierto que la crisis en Egipto y Túnez ha desviado turistas de estas zonas a destinos como España, ésta situación se reorientará rápidamente una vez se resuelva el conflicto. En cualquier caso, el secretario general ha subrayado que las reservas hacia España ya habían experimentado un crecimiento con respecto al pasado año antes de que estallaran las revueltas.
Vasallo ha incidido en que la crisis en estas regiones, al margen de que pueda desviar turistas a España, también puede tener un contrapunto negativo, en el sentido de que la inestabilidad política y social en estas zonas puede derivar en un aumento del precio del petróleo, de la inflación y de la presión inmigratoria que finalmente perjudique a España.
En la misma línea se ha expresado el subdirector general de Turespaña, quien ha dicho que la crisis tunecina y egipcia es «algo muy coyuntural» y que «no es bueno», puesto que «genera tensiones demasiado grandes que pueden revertir incluso en perjuicio de España si la política de precios que el sector aplique no es racional». Así, ha apuntando que tanto el sector como determinados touroperadores «pueden caer en la tentación de incrementar precios a la vista de una demanda mayor hacia destinos alternativos a Túnez y a Egipto».
Blanco ha puntualizado que, «en todo caso, son turistas prestados» a los que hay que con convencer de que España es un destino «seguro», «próximo» y «con una capacidad de oferta y con una variedad de producto inmejorable». «A esos clientes, a los que podemos convencer ahora, nos tenemos que dirigir también».
Además, ha agregado que cuando Egipto vuelva a estar en el mercado «pondrá capacidades elevadas en el mercado a precios muy bajos», con lo cual «esas tensiones nunca son buenas para mantener un desarrollo equilibrado del turismo».
No obstante, ha agregado que esta situación también puede tener efectos «secundarios» como, por ejemplo, que el incremento de turistas en Turquía dé lugar a un incremento de precios que situaría «al mayor competidor de España en materia de sol y playa» en un contexto de mayor igualdad de precios.
El responsable de la OTE de Londres ha señalado, asimismo, que el mercado británico ya había incrementado sus reservas en España con anterioridad a las revueltas debido a distintas causas. Así, ha apuntado que España y Baleares ya estaban ganando cuota de mercado a costa de destinos lejanos por el aumento de las tasas que penalizan los desplazamientos largos o el aumento del precio del petróleo, que también afecta a los destinos alejados.