Miles de trabajadores de las empresas de Nueva Rumasa -3.000 según los organizadores y 2.000 según las cifras definitivas de la policía- reclamaron ayer en una manifestación en Madrid la salida del grupo de los Ruiz-Mateos y el compromiso de las administraciones para mantener el empleo.
Procedentes de Andalucía, Extremadura, Galicia, Castilla y León, Aragón, Balears, Catalunya y Madrid, algunos trabajadores llegaron a estar diez horas en la carretera para poder acudir a la manifestación que a las doce del mediodía recorrió el centro de Madrid bajo el lema «Por la defensa del empleo y los puestos de trabajo de Nueva Rumasa».
La manifestación, convocada por las Federaciones Agroalimentarias de los sindicatos CCOO y UGT, transcurrió sin incidentes durante una hora de recorrido en el que los trabajadores corearon gritos contra la familia Ruiz-Mateos y exhibieron pancartas y caretas de José María Ruiz-Mateos.
«Comprometidos con el trapicheo», «Intervenir y sanear sin Superman», «Se buscan antes de que se meta un tiro. Que pague ya», « A Dios rogando y a los trabajadores robando», «¿Dónde está el dinero?» o «Unos ladrones inmejorables» fueron algunos de los carteles que se pudieron leer en el transcurso de la protesta, en la que portaban billetes con la inscripción «ya te pagaré».
El juego del Monoholding
Los trabajadores, además, aprovecharon las distintas paradas del recorrido para jugar al Monoholding (en una versión adaptada de un popular juego) con nuevas casillas denominadas «¿Duros a peseta?», «Debo y pagaré», «Impago a proveedores», «Tocomocho», «De visita a la cárcel» y «Especula, hipoteca los centros y vende los terrenos».
Un ataúd, un coche fúnebre y los disfraces que hicieron famoso al patriarca de la familia Ruiz-Mateos tras la expropiación de sus empresas tampoco faltaron a la cita.