«Di órdenes de que todos los movimientos fueses reversibles y de que la Policía se mantuviese vigilante». Justificaciones de Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Interior, en la Comisión de Interior, después de que se publicasen unos documentos que confirmaban que el Gobierno intentó negociar con ETA tras el atentado de la T4, en el que murieron dos personas.
Rubalcaba explica que se mantuvo 'ojo avizor' durante el proceso: «Di órdenes de que todos los movimientos fueses reversibles y de que la Policía se mantuviese vigilante, trabajando sabiendo que había tregua, pero pensando en que se podía romper». El ministro se felicita por la actuación que desarrolló entonces: «Durante la tregua, trabajamos mucho y bien, no sólo por el número de detenciones (...) Cuando ETA rompió, nosotros estábamos mejor y, como no nos fiamos, estamos hoy como estamos».
Según explicó en la Comisión de Interior, su «obsesión» cuando llegó a la cartera que dirige era evitar que la banda se rearmara, como hizo tras la tregua del 98. Entonces aprovechó para «introducir cinco comandos en España, es decir, que usó la tregua para armarse». Después, se cobró 42 vidas, recordó el vicepresidente.
Pacto antiterrorista
A pesar de ello, Rubalcaba piensa que «el PP hizo lo que tenía que hacer, con todo el apoyo» del PSOE. No obstante... «De aquélla salimos con mucho dolor, por eso hicimos el pacto antiterrorista. ETA perdió la tregua del 99 y la del 2006 (...) políticamente y policialmente, y por eso lo defiendo».
El 'número dos' del Ejecutivo se niega a comparecer en sede parlamentaria para hablar de este asunto. Mariano Rajoy, líder de la Oposición, le exige que lo haga. A su modo de ver, el titular de Interior ha de esclarecer lo que pasó, porque las actas denotan que el Gobierno «ha engañado, no al Partido Popular, sino a los españoles», actuando «al margen de la Ley».