El príncipe de Asturias subrayó ayer, en el Museo de las Víctimas del Holocausto, la importancia que concede España a la necesidad de transmitir a las generaciones futuras el valor de la vida, la libertad y la dignidad del ser humano «sin importar su raza, género, religión o nacionalidad».
Don Felipe selló con estas palabras, escritas en el libro de honor y rubricadas por la princesa Letizia, el exhaustivo recorrido por las salas de este museo que ambos realizaron en la primera jornada de su visita oficial a Israel, con ocasión del 25 aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
«Horror»
Tras señalar que la experiencia les había dejado «profundamente emocionados», reflejó también el «escalofrío de horror» que se siente al rememorar «aquellos días aciagos en que al pueblo judío le fue negado el derecho de existir», así como el «compromiso universal» de España con el «recuerdo imperecedero de los millones de almas judías cruelmente arrancadas a la vida».
Con este mensaje, escrito bajo la bóveda del Monumento a los Niños, que recuerda al millón y medio de judíos menores de edad muertos a causa del nazismo, los príncipes de Asturias completaron un emotivo recorrido.
Antes de acudir a este simbólico museo, el Príncipe mantuvo una entrevista con el presidente de Israel, Simón Peres.