El Tesoro español saldó ayer una subasta de letras con una subida del interés pero, una vez más, con una fuerte demanda por parte de los inversores, que siguen confiando en el «riesgo» de España pese a que la crisis de la deuda soberana pasa por un momento de fuertes tensiones.
España adjudicó 4.448,44 millones de euros en letras a doce y dieciocho meses y, aunque tuvo que subir en cerca de un punto porcentual el interés de ambas denominaciones, hasta niveles de 2008 y 2002, respectivamente, la demanda de los inversores ha triplicado el importe colocado.
De este modo, el ratio de cobertura, que es la proporción entre la demanda y el importe adjudicado, confirma una vez más el interés de los inversores por la deuda soberana española, ya que la demanda de las entidades ha rozado los 11.900 millones de euros, casi el triple que los 4.448 millones adjudicados.
La subasta de ayer es la primera que celebra el Tesoro español tras la publicación de las pruebas de solvencia a las que se han sometido los bancos europeos -en las que suspendieron cinco de las 25 entidades españolas examinadas-.
La puja se ha celebrado además tras varios días en los que la prima de riesgo de España se ha situado en máximos desde la introducción del euro, ya que la rentabilidad del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán mide el riesgo país, rebasaba el 6,3 %, su nivel más alto desde 1997.
La subida de la rentabilidad ha pesado menos en el ánimo de los inversores que la fortísima demanda, lo que tenía un efecto inmediato en la prima de riesgo de España o sobrecoste que los inversores exigen para comprar bonos españoles en vez de alemanes.
De este modo, se adjudicaron 3.787,55 millones de euros en letras a un año con un interés marginal del 3,760 %, el más alto desde 2008 y más de un punto porcentual por encima del aplicado en la anterior emisión de esta denominación, que se cerró en junio con una rentabilidad del 2,728 %.
La colocación de letras a un año y medio se ha saldado con la adjudicación de 660,88 millones con un interés marginal del 3,980 %, rozando el 4 %, que no supera desde el año 2002.
En la anterior emisión a este plazo, las letras a 18 meses se adjudicaron al 3,299 %.
Mañana el Tesoro español afronta una nueva emisión, de obligaciones a diez y quince años, con la que espera captar entre 1.750 y 2.750 millones de euros tras haber colocado en junio obligaciones a diez años con un interés marginal del 5,37 %, y a quince años con un rendimiento del 6,04 %.