El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer que en su programa electoral «hará una propuesta rigurosa que se pueda llevar a la práctica», para lo que realizará «un buen programa electoral, ambicioso pero creíble».
Rubalcaba se expresó así en un acto celebrado con militantes de la Juventudes Socialistas en la sede madrileña del partido, en el que apostó por «escuchar, hacer y explicar» como claves que inspiren la acción política del partido, ya que ello supone «una forma de entender la política».
Lazo blanco
El candidato del PSOE, que lucía un lazo blanco en su solapa en memoria de las decenas de personas fallecidas en Oslo, comenzó su intervención asegurando que «contra la violencia política no hay otro remedio más que la firmeza democrática» porque «el odio y el miedo» son los peores «enemigos».
Tras su apuesta por un programa «ambicioso pero creíble» y pedir el «apoyo» de los jóvenes, aseguró que «los españoles son ciudadanos maduros a los que les gusta conocer las ofertas políticas y estudiarlas», por lo que se mostró convencido de que en el momento de crisis actual en el que muchas personas «lo están pasando muy mal» les van a oír «como nunca».
Y es que el objetivo de Rubalcaba es que «nadie se quede atrás», lema que reconoció haber copiado de las Juventudes socialistas, y menos aquellos que «se han visto metidos de hoz y coz sin que hubieran hecho nada».
En este sentido, y tras asegurar que se ve la salida de la crisis, aunque «todavía no esta claro del todo», Rubalcaba pidió a los que menos la han padecido que «ayuden» para que los que lo están pasando mal puedan salir adelante.
Precisamente al ser la juventud uno de los sectores más golpeados por la crisis, Rubalcaba apostó por «atacar el desempleo juvenil» y animó a los jóvenes a abandonar su «pesimismo» actual porque el futuro se muestra esperanzador.