El sindicato UGT celebró ayer en Rodiezmo (León) su tradicional fiesta minera, marcada por la ausencia por segundo año consecutivo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y por las críticas a la política del Gobierno y a la reforma constitucional, que el sindicato ve como «un acto de sumisión de la política».
Ningún representante del Ejecutivo ni de la dirección del PSOE asistió al acto político sindical de la XXXII Fiesta Asturleonesa de Rodiezmo, al que Zapatero asistió durante todo su mandato hasta el pasado año, cuando no acudió tras ser convocada una huelga general contra la reforma laboral promovida por el Gobierno.
Desautorizados
Cándido Méndez dijo que tanto el PSOE como el PP están «desautorizados por la realidad» tras la reforma de la Constitución, que considera un «acto de sumisión de la política» a la ideología que ha provocado la crisis.
Méndez señaló que se trata de un «pacto de Estado a última hora» y ha lamentado que se haya hecho «de esta forma y de esta manera». En este punto criticó el papel del Partido Popular por «no haber echado una mano antes» e insistió en que no hay ningún país en Europa que pueda afrontar la crisis por sí mismo.
La alternativa pasa, a su juicio, por «construir más Europa», definir el mercado de los Eurobonos, evitar las especulaciones e invertir para cohesionar el continente y defender el estado de bienestar con un presupuesto mayor que el actual, «que es una vigésima parte» que el de Estados Unidos.
También intervinieron en el acto el secretario general de FIA-UGT en Castilla y León, Manuel López; el secretario general del PSOE asturiano, Javier Fernández; el secretario general de FIA UGT, Antonio Deusa; y el secretario general del SOMA-FIA UGT, José Àngel Fernández Villa. Todos coincidieron en criticar la política del presidente Zapatero.