El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha comprometido hoy a recoger en el programa electoral de los socialistas una subida del 10 por ciento de los impuestos del tabaco y del alcohol -excepto cerveza y vino- para garantizar la financiación del sistema público de salud.
Rubalcaba ha hecho esta propuesta en la segunda jornada de la Conferencia Política del PSOE que sentará las bases del programa electoral para los comicios del 20N, donde ha planteado también eliminar las desgravaciones fiscales a la sanidad privada.
Con estas medidas, Rubalcaba quiere evitar fórmulas como el copago o las privatizaciones encubiertas, para que el sistema sanitario español, «la joya de la corona» del estado del bienestar, mantenga sus características fundamentales y siga siendo «universal, bueno y barato».
Según los cálculos del PSOE, el año que viene la sanidad que gestionan las comunidades autónomas tendrá un déficit de 2.000 millones de euros y con el aumento de los impuestos especiales del alcohol y el tabaco el Estado recaudaría alrededor de 1.000 millones de euros.
Tanto el alcohol como el tabaco, ha subrayado Rubalcaba, tienen una clara repercusión en los servicios sanitarios y es «razonable pedir un esfuerzo a los que fuman y beben».
Junto a esta subida, ha sugerido eliminar las exenciones fiscales que tienen las empresas por ofrecer seguros sanitarios privados a sus trabajadores, ya que todos los españoles, ha recordado, están cubiertos por la sanidad pública. Esta iniciativa supondría un ahorro de 319 millones de euros.
También ha apostado por cobrar prestaciones que se realizan y de las que no se hacen cargo quienes deberían realmente pagarlas, con lo que se ahorrarían 700 millones de euros.
Se trata de cobrar a las mutuas y seguros privados todos los accidentes laborales, deportivos o de tráfico que deben cubrir y de reclamar a la seguridad social de todos los países la asistencia sanitaria que se presta a los turistas extranjeros.
El compromiso del PSOE es ayudar a las comunidades autónomas a que paguen la deuda sanitaria que han ido acumulando y pactar con ellas fórmulas de control para que no se vuelva a repetir la actual situación.
En este contexto ha propuesto que 3.000 millones de euros de los 8.000 millones adicionales que recibirán el año que viene las comunidades por el sistema de financiación autonómica vayan destinados a hacer frente a la deuda sanitaria y a pagar a los proveedores.
Calculando una deuda acumulado de 11.000 millones, en cuatro años se habría eliminado y, si hay comunidades que quieran acelerar ese proceso, el PSOE propone que puedan acceder a prestamos ventajosos del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Rubalcaba ha hecho hincapié asimismo en la necesidad de mejorar la gestión del sistema sanitario mediante el fomento de compras centralizadas, con la creación de un Instituto de calidad y excelencia clínica para evaluar la compra de nuevas tecnologías y con políticas eficientes de autorización selectiva de medicamentos.
El programa del PSOE apuesta además por impulsar el reconocimiento profesional y la productividad de los trabajadores sanitarios.
Rubalcaba no ha olvidado la necesidad de «cambiar la cultura de algunos pacientes» porque hay «quien abusa» de la sanidad pública; el PSOE se compromete así a tomar medidas para evitar el uso indebido de fármacos y las bajas laborales injustificadas.
Ha apostado igualmente por fomentar la salud pública y la medicina preventiva y ha mostrado su preocupación particular por problemas como la obesidad infantil.
Para el candidato socialista, todas estas medidas son un ejercicio de «solidaridad y justicia» para preservar la calidad de un sistema que permite a los ciudadanos ser libres, ya que quien tiene miedo de enfermar y no ser atendido no se libre.