Con las arcas municipales bajo mínimos y limitada o nula capacidad para endeudarse, la mayoría de los ayuntamientos ha anunciado drásticos ajustes y recortes de personal, a los que han sumado medidas imaginativas como la restricción del alumbrado público o la subida de las tasas por celebrar bodas.
A la vez que aplican la tijera, muchos de ellos están haciendo uso de los 3.400 millones de la línea de crédito que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha puesto a su disposición para que puedan pagar las deudas que mantienen con los proveedores.
El Ministerio de Economía, por su parte, está recibiendo estos días una remesa de cartas de ayuntamientos gobernados por el PP para pedir al Gobierno que amplíe a 10 años el plazo en el que los municipios deberán devolver a las arcas estatales 6.000 millones de euros de las entregas a cuenta en los ejercicios 2008 y 2009.
Todos a una
Hasta la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) aprobó en su reciente asamblea por unanimidad una resolución en ese sentido.
Mientras, muchas corporaciones han avanzado planes de ahorro que no son anecdóticos y en un futuro no muy lejano tendrán su reflejo en las tasas de paro municipales, ya que no son pocas las administraciones que no renovarán a su término los contratos del personal interino o eventual.
O que disolverán los organismos municipales autónomos para integrarlos en las concejalías, como el ayuntamiento de Lleida; o que no seguirán sufragando sus televisiones locales.
Ni para la nómina
Incluso medidas tan llamativas como la del Ayuntamiento de Valencia de suspender su Mostra cinematográfica.
Aun con recortes, hay ayuntamientos como el de Cacabelos (León) que advierten de que no podrán hacer frente a las próximas nóminas de sus trabajadores, y otros que llevan ya hasta seis meses sin cobrar, segúnlos empleados de Valverde del Camino (Huelva).