El paro se ha colocado en el centro de la campaña preelectoral, desbancando al terrorismo. Y es que tener casi cinco millones de personas sin trabajo es un drama que nadie se atrevía a pronosticar. El que menos se lo esperaba era el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que ha visto como en los siete años de gobierno se ha pasado de 2,22 millones de desempleados a 4,9.
La Encuestra de Población Activa del viernes arroja el saldo final de 291.000 empleos más, hasta llegar a 18,5 millones de puestos de trabajo en la era Zapatero. Una ganancia que se debe exclusivamente al avance del empleo público. Pero si por algo se medirá su presidencia será por el paro que acaba en casi cinco millones de personas (2,7 millones más que en 2004) y por la tasa de paro, el 21,5%, la más alta desde 1996.
Ante estos datos, el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, propuso ayer subvencionar la creación de empleo mediante el abaratamiento de la contratación hasta que la economía crezca y se creen nuevos puestos de trabajo.
Rubalcaba, que hizo esta propuesta en un mitin en Las Palmas de Gran Canaria, indicó que esta iniciativa podría financiarse en parte por el Estado y y parte por ejemplo con el impuesto del patrimonio, que el PSOE modificará en caso de ganar las elecciones para que quienes más tienen de verdad paguen más.
El candidato socialista destacó también la importancia de que la Unión Europea haga «un esfuerzo colectivo y solidario inteligente» con el fin de que los países con más dificultades reciban apoyos de aquellos que están en mejores condiciones.