El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer que tras las «técnicas disfrazadas» del Gobierno se esconde una decisión política conservadora que trata de aprovechar la crisis para hacer su «particular ajuste de cuentas con nuestra sociedad del bienestar».
En la clausura del X Congreso del PSOE de Castilla-La Mancha, que eligió como secretario general al alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, Rubalcaba dijo que «quien quiera ver lo que vale la palabra de Rajoy, que mire su nómina de febrero» o que mire «la carta de despido y vea cuál es la indemnización».
Rubalcaba dijo estar dispuesto a «pactar, discrepar y confrontar democráticamente con el Ejecutivo», pero advirtió que no apoyará decisiones «injustas e ineficaces».
En su discurso, acusó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de tomar «decisiones políticas» como si no hubiera otra alternativa y criticó en concreto la reforma laboral que permitirá que los empresarios puedan imponer unilateralmente una moderación salarial a los trabajadores o la subida del IRPF.
Decisiones políticas
«Son decisiones políticas, no está escrito que tenga que hacer lo que está haciendo», y lo que se esconde detrás de todo ello, afirmó Rubalcaba, «son los verdaderos orígenes de esta crisis» que no está ni en la sanidad, ni en la educación pública, ni en las mujeres maltratadas, sino en los «especuladores y banqueros» que camparon por su cuenta.
Rubalcaba ofreció su apoyo al Gobierno para afrontar el problema del desempleo pero le advirtió que hay cosas que no van a hacer porque son «injustas e ineficaces».
Por el contrario, animó a los socialistas a explicar a los ciudadanos que la «alternativa existe» porque es necesario que se recupere la confianza.
Como ya hiciera el sábado en Palma, Rubalcaba dijo que Rajoy sólo dice la verdad en presencia de «la mayoría absoluta» o de «un micrófono que crea que está apagado».
Aseguró que el PP siempre «reacciona muy mal cuando tiene la mayoría absoluta» y volvió a recordar que han llamado «delincuentes a los estudiantes» por protestar por no tener calefacción en los institutos.
Antes de referirse a la entrevista publicada ayer por un medio de comunicación con el presidente del BBVA, Francisco González, del que djio que «parece que pasaba por allí, como si no tuviera nada que ver» con la burbuja inmobiliaria, Rubalcaba criticó el discurso del Ejecutivo relativo a que «se acabó la fiesta» porque a los que les cuesta llegar a fin de mes no han vivido ninguna fiesta.
Tras ello, recordó que el PSOE no es lo mismo que el PP, ni tampoco sus electores ni votantes, y consideró necesario que el PSOE se ponga a trabajar para poner encima de la mesa una alternativa porque si siempre han sido «necesarios», ahora son «imprescindibles».