Víctimas del terrorismo se han concentrado en Madrid bajo el lema «Ante la impunidad, Justicia» para criticar en voz alta la actual política penitenciaria del Gobierno, ya que contempla un Plan de Reinserción para los presos que se arrepientan, algo en lo que los concentrados han dicho no creer.
Con la plaza de Colón llena de gente con banderas de España y con pancartas en las que se leía «No estáis solos» y «Con ETA rendición, con las víctima traición», los concentrados han pedido la paralización del Plan Integral de Reinserción de los terroristas anunciado por el Gobierno porque piensan que trata de «favorecer a los asesinos que ahora se disfrazan con piel de cordero por su conveniencia».
Convocados por la plataforma «Mujeres por la Justicia», creada en el seno de Voces contra el Terrorismo (VcT), y que ha supuesto la primera reunión pública de las víctimas desde que el PP llegó al Gobierno, se ha solicitado que el Ejecutivo recapacite y retome las políticas antiterroristas llevadas acabo en el seno del Pacto por la Libertades y Contra el Terrorismo.
«Estas han sido las únicas que en 40 años de terrorismo lograron casi acabar con la banda asesina», ya que con ETA «no valen ambigüedades ni medias tintas», han señalado las diferentes víctimas que han leído los nueve párrafos del manifiesto firmado por la plataforma perteneciente a VcT.
«La reinserción de los reclusos ya la contempla la Constitución, no es necesario un plan específico para los terroristas que son los que más daño han causado a la sociedad española», han explicado en su documento.
José Alcarez, presidente de VcT, ha definido el Plan de Reinserción como «un subterfugio legal para que los etarras queden en libertad gota a gota y sin crear alarma social».
La única cara visible del PP presente en Madrid ha sido la eurodiputada popular Teresa Jiménez Becerril, hermana del concejal Alberto Jiménez Becerril asesinado por ETA junto a su esposa en 1998, que ha defendido su presencia destacando que acudía por ser «víctima del terrorismo».
«No hay un lugar mejor en el mundo donde yo pueda estar hoy, nada más que con las víctimas», según Jiménez Becerril, que ha definido el acto como «un ejercicio contra ETA» porque a su juicio «el silencio es un arma para ellos» y no hay que permitírselo.
«Muchos en mi partido comparten los mismos valores que yo y espero que esto se pueda reconducir», ha añadido la eurodiputada, que espera que las condenas se cumplan, tal y como ha manifestado que le han comentado en su partido.
La presidenta del Foro de Ermua, Inma Castilla de Cortázar, ha mostrado su «preocupación» porque el Gobierno de Mariano Rajoy haya «asumidos como propios los acuerdos que el PSOE adquirió en su negociación con ETA».
«Esto pone de manifiesto que hubo un acuerdo» entre Rajoy y el exministro del Interior Alfredo Pérez-Rubalcaba en 2008, y ahora se ve que hubo «una evidencia» en que se acordó una política antiterrorista que «no se ha comunicado a los ciudadanos», ha apuntado.
Por su parte, el presidente de la fundación DENAES (Fundación para la Defensa de la Nación Española, Santiago Abascal, ha señalado que se unían a la concentración porque también solicitan una «política contundente» contra ETA y que se «centre en dar satisfacción a las víctimas».
El acto, que ha durado alrededor de hora y media, se ha iniciado a las seis de la tarde guardando un minuto de silencio por todas los fallecidos por «la barbarie de ETA», según los organizadores, a lo que le han seguido los testimonios de media docena de familiares que han perdido a sus hijos, padres y hermanos.
«Pido justicia, no venganza», «exijo que se detenga a Josu Ternera y que pague por sus crímenes», o «los etarras no merecen ningún beneficio penitenciario» son algunas de los ruegos exclamados hoy en Madrid por las víctimas.
En el acto, que ha concluido con el himno de España, algunas de las víctimas no han podido contener las lágrimas cuando se ha escuchado «La muerte no es el final», mientras dos jóvenes portaban una corona de laureles en homenaje a los muertos por el terrorismo.
Si asesinos son los que asesinan, y hemos hecho leyes para castigarles protegernos de ellos, ¿cómo podríamos protegernos de los hipócritas y melifluos que con su orgulloso buenismo, que todo lo justifica, multiplican la repugnante soberbia en los asesinos y el dolor en sus víctimas?