El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy que decidirá si pide o no al fondo de rescate europeo que compre deuda soberana española -como le ha reclamado el BCE- una vez conozca las medidas «no convencionales» de política monetaria que ha anunciado la entidad.
«Lo que quiero es conocer cuáles son esas medidas, lo que significan, lo que pretenden y si son adecuadas, y entonces a la vista de las circunstancias tomaremos una u otra decisión», ha asegurado Rajoy, que ha insistido en que no se decantará por ninguna opción hasta que disponga de más información.
Ha recalcado que en todo caso hará «lo que convenga a los intereses generales del conjunto de los españoles», al margen de la decisión que adopte Italia, el otro país al que el presidente del BCE, Mario Draghi, ha instado a pedir ayuda al fondo de rescate si quieren que ellos compren deuda soberana en el mercado secundario.
Aunque esas «medidas no convencionales» no se conocerán hasta las próximas semanas, Rajoy ha insistido en que de momento se queda con dos elementos «positivos» de la declaración de Draghi: que haya reconocido que los diferenciales de financiación entre países de la eurozona son «inaceptables», y que «por primera vez» se haya mostrado dispuesto a «intervenir».
«Cosa que no había dicho, o incluso había dicho lo contrario», ha recalcado el jefe del Ejecutivo, que ha negado que Alemania o el propio Draghi -"a mí nadie me ha pedido nada», ha dicho- le haya instado a solicitar ya la ayuda del fondo de rescate.
Rajoy ha reiterado que ya fue el interés de los españoles fue lo que le movió a pedir un «préstamo en muy buenas condiciones» de 100.000 millones de euros para el sistema bancario.
El presidente ha recordado que en la rueda de prensa conjunta que el jueves ofreció junto a su homólogo italiano, Mario Monti, éste dijo que «ni descartaba ni dejaba de descartar» la opción de pedir la ayuda.
Para marcar las diferencias con Italia ha recordado que el país transalpino tiene una deuda pública que supera el 120 % de su PIB, mientas que la de España no llega al 80 %, aunque también ha alabado la labor de gobierno de Monti «en muy difíciles circunstancias».