El rey Juan Carlos subrayó ayer ante los grandes empresarios de la India el «gran prestigio internacional» de las compañías españolas interesadas en este mercado y afirmó que las «serias medidas de política económica» aplicadas en España «ya han comenzado a dar sus frutos» en productividad y competitividad.
El jefe de Estado español animó así a impulsar las relaciones entre ambos países al inicio de un almuerzo de trabajo con empresarios convertido en «auténtica cumbre» económica bilateral, según sus palabras, y que comenzó en un ambiente distendido tras la anécdota de que faltase el de vino en el momento del brindis.
Al concluir el discurso inaugural del almuerzo, el Rey levantó su copa para brindar por las relaciones bilaterales y la hospitalidad india, pero, como los camareros aún no habían servido vino, el Monarca, tras bromear sobre la situación y compartir las sonrisas generalizadas de los comensales, optó por brindar con agua.
El almuerzo ha permitido poner en contacto a responsables de una quincena de grandes grupos empresariales indios, pertenecientes a sectores estratégicos, con presidentes y altos directivos de catorce empresas españolas.
Uno de los empresarios indios asistentes al almuerzo, Analjit Singh, fundador del grupo Max de asistencia sanitaria, que emplea a 54.000 trabajadores, anunciaba mientras tanto, y muy satisfecho con la cordialidad del Rey, una próxima inversión de más de 40 millones de euros en la apertura de un centro de bienestar y terapia oriental en Mallorca.