El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha considerado hoy que si la reforma laboral aprobada en febrero pasado hubiera estado en vigor ya en 2008 no se hubieran destruido tres millones de puestos de trabajo desde entonces.
Rajoy se ha expresado de este modo en su respuesta a una pregunta formulada por el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la sesión de control al Gobierno del pleno del Congreso, sobre si el Ejecutivo cree que sus políticas favorecen el ejercicio de los derechos de los ciudadanos.
«Ustedes han puesto precio a los derechos, les han puesto en el mercado», le ha responsabilizado Rubalcaba, en cuya opinión la sanidad y la educación públicas cada vez son menos universales y gratuitas.
El jefe del Ejecutivo ha negado las acusaciones del líder de la oposición, ha asegurado que todas las políticas del Gobierno pretenden sentar unas bases sólidas para mejorar la situación económica, crecer, crear empleo, aumentar los ingresos de las administraciones y mejorar los servicios públicos.
Para ello, ha subrayado la importancia de seguir controlando el déficit, porque un Estado que no puede garantizar la sostenibilidad de sus cuentas públicas «no puede garantizar nada y no puede garantizar desde luego los derechos de nadie».