Iberia ha iniciado hoy el procedimiento para despedir, a través de un expediente de regulación de empleo (ERE), a 3.807 personas, el 19 % de su plantilla, y ha pedido a los sindicatos que no lleven a cabo las jornadas de huelga convocadas para protestar contra los despidos en la aerolínea.
No obstante, la compañía ha presentado un Plan de Acompañamiento Social con el objetivo de reducir el impacto del expediente sobre el empleo mediante medidas como reducciones y congelaciones salariales, incrementos de productividad o flexibilidad.
Según fuentes sindicales, el colectivo más afectado sería el de trabajadores de tierra (unos 2.640), seguido del de tripulantes de cabina (unos 760) y el de pilotos (unos 320) y los despidos se realizarán entre el 14 de marzo y el 31 de diciembre.
De los trabajadores de Tierra a los que afecta el ERE, 360 corresponden a empleados en el aeropuerto de Barajas; 470 al resto de aeropuertos; otros 40 al Departamento de Carga; unos 390 al de Comercial y unos 150 en el Financiero, según los sindicatos.
Las mismas fuentes explicaron que los despidos afectan a cerca de 550 empleados de la división de Mantenimiento; más de 70 del Área de Recursos Humanos, y otros 70 repartidos entre el resto de direcciones de producción y 50 a Corporativo.
La compañía, que inicialmente planteó una reducción de 4.500 puestos de trabajo, ha informado hoy de sus nuevas intenciones a sus empleados, representantes sindicales y al Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
A partir de ahora, la dirección de Iberia y los sindicatos dispondrán de un plazo de 30 días para negociar el expediente de regulación de empleo, ha explicado la aerolínea en un comunicado.
La presentación del ERE llega después de tres meses de negociaciones «infructuosas» con los representantes sindicales y en los que la compañía ha puesto sobre la mesa distintas alternativas que permitían alcanzar los objetivos de rentabilidad sin tener que recurrir a los despidos, según la misma fuente.
Iberia recuerda que entre 2008 y septiembre de 2012 ha perdido más de 850 millones de euros, lo que la ha obligado a tomar medidas «drásticas» de reducción de costes y mejora de ingresos unitarios para ser viable.
Pese a la presentación del ERE, la compañía asegura que tiene la «mejor disposición para llegar a un acuerdo» y que con esa voluntad acudirá a todas las reuniones con los representantes sindicales, pese a considerar que los 15 días de huelga convocados «no son la mejor situación para negociar de forma constructiva».
Por ello, la aerolínea pide a los sindicatos «que dejen a los clientes al margen de las disputas internas», pues estas tienen que resolverse «en la mesa de negociación y no mediante huelgas que agraven las pérdidas de la compañía».
En cualquier caso, Iberia pondrá todas las medidas a su alcance para mitigar los efectos que las huelgas convocadas en febrero y marzo tengan sobre sus clientes, añade el comunicado