El Rey permaneció ayer sentado algún tiempo y está previsto que hoy, «con la ayuda de un andador», pueda iniciar sus paseos por la habitación del Hospital Quirón Madrid, tras mostrar una evolución satisfactoria, mejor de la prevista, según el parte médico leído por la gerente del centro, Lucía Alonso.
Don Juan Carlos «ha pasado una buena noche, sus constantes permanecen estables y continúa con un buen estado de ánimo», precisa el parte médico, firmado por el cirujano Miguel Cabanela, responsable de la operación, su colaborador Robert Trousdale y el jefe del Servicio Médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia-Ruano.
El Rey se levantó ayer, «dio varios pasos por la habitación y permaneció sentado durante un corto periodo de tiempo», explica el equipo médico, antes de anunciar que «a lo largo del día de hoy está previsto que pueda iniciar la deambulación por la habitación con la ayuda de un andador».
«El postoperatorio inmediato ha transcurrido de forma satisfactoria, mejor de lo previsto», subraya además la nota, en la que se confirma que el próximo parte médico se emitirá mañana a mediodía.
Está previsto que el Rey reciba a lo largo del día visitas de algún familiar y también de uno de los miembros del Gobierno.
La Reina acompañó ayer al Monarca durante casi ocho horas en el centro sanitario, donde recibió asimismo la visita de los Príncipes de Asturias, las infantas Cristina y Elena -ésta última acompañada por su hijo Felipe Juan Froilán- y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
El Rey fue operado en la noche del pasado martes en este hospital por el cirujano ortopédico Miguel Cabanela y el doctor Robert Trousdale, su colaborador habitual en la Clínica Mayo de Minnesota (EEUU), quienes le extrajeron la prótesis de la cadera izquierda que lleva desde hace menos de un año para sustituirla por una provisional y atajar así una infección.
Don Juan Carlos, que previsiblemente seguirá hospitalizado al menos hasta el lunes, tendrá que volver a pasar por el quirófano en un plazo mínimo de dos meses para que se le pueda implantar una prótesis definitiva, con la que afrontará la fase final de su recuperación y podrá prescindir de las muletas unas seis semanas después, según los cálculos de Cabanela.