El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha alertado de que plantear una reforma de la Constitución, como la que propone el PSOE, para «dar satisfacción a alguien que no se va a sentir satisfecho con esa reforma» supondría un «enorme error» que, advierte, él no va a cometer.
En su respuesta al portavoz de la Entesa, José Montilla, en la sesión de control al Gobierno en el Senado, Rajoy ha negado que como presidente haya «ninguneado» la propuesta de reforma constitucional planteada por el PSOE aunque, eso sí, ha dejado claro que España y la soberanía nacional «no son negociables».
Cercano
Además, se ha mostrado más cercano a los planteamientos de Montilla que a los de «mucha gente» del partido socialista, en alusión a las discrepancias surgidas entre el PSOE y el PSC sobre el derecho a decidir.
El presidente ha afirmado que no se opone a una reforma constitucional «porque sí» y, de hecho, ha apoyado las dos modificaciones de la Carta Magna que se han abordado en el pasado.
Sin embargo, sí cree que para abordar una hipotética reforma constitucional es muy importante tener muy claro qué es lo que se quiere reformar, conseguir el máximo consenso político y «elegir bien el momento» para llevarla a cabo.