ERC advirtió ayer que su partido no aceptará «una pregunta de la consulta que sea un fraude a la ciudadanía», por lo que si hay una mayoría favorable a una «mala pregunta» y que no sea sobre la independencia, «Esquerra no la abonará» y apoyará una «demostración de fuerza» de la ciudadanía.
Según la portavoz de ERC, Anna Simó, el presidente catalán, Artur Mas, debería convocar lo antes posible una reunión de líderes políticos para acordar la pregunta, e hizo un llamamiento a la ciudadanía «para que sea consciente de su fuerza y exija a los partidos que cumplan los compromisos adquiridos».
La portavoz republicana considera que esta reunión debería ser la culminación solemne de una ronda de contactos discretos entre las diversas fuerzas políticas, y recalcó que «una mala pregunta llevaría el proceso a un callejón sin salida, lo dejaría en 'stand by', lo abortaría, e hipotecaría durante décadas el futuro de Catalunya».
En esta situación, ERC no dudaría en pedir a la ciudadanía que haga «una demostración de su fuerza», pero en cambio, no condicionará la negociación presupuestaria «ni se plantea alterar el calendario previsto del Presupuesto», si bien «esperamos que tampoco se altere el de la fecha y la pregunta», puntualizó Simó.
La inquietud que hay en ERC por el hecho de que CiU no haya querido aún empezar la negociación aumenta ante el temor a que los partidos que hasta ahora no han dado a conocer una propuesta concreta acaben aprobando una pregunta «inclusiva», con un redactado ambiguo o confuso, que deje abierta la posibilidad de una «tercera vía» distinta a la independencia o a mantener la situación actual.