El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha asegurado que la economía española «ha empezado a cambiar el tono», aunque se enfrenta a riesgos como una inflación tan baja (del 0 % en febrero) que supone un riesgo para el importante problema de la deuda pública y privada. En un coloquio organizado por Cinco Días , Linde ha admitido que «no le importaría» que la inflación subiera «un poco» en la zona euro, y ha recalcado que España está alejada del objetivo del 2 % estipulado por el BCE, aunque espera que el IPC del país acabe el año con una evolución del 0,4 o 0,5 %.
Teniendo en cuenta que uno de los principales problemas de la economía española es su alto nivel de endeudamiento público y privado -ha continuado- una baja inflación puede «complicar» el proceso de desapalancamiento, aunque ha reconocido que un índice reducido mantiene el poder adquisitivo de los salarios.
A pesar de estas incertidumbres, Linde ha calculado que el PIB español se elevará en 2014 alrededor del 1 % y ha anunciado que a partir de ahora sus previsiones de crecimiento serán trimestrales en vez de anuales.
Sobre la reforma fiscal, Linde ha dicho que su instinto le hace pensar que se debería favorecer el ahorro más que el consumo, ya que España además tiene el problema demográfico y de las pensiones en el medio y largo plazo, por lo que será bueno un cambio que estimule un sistema de pensiones privado que acompañe al de reparto.