El Gobierno está planteando en las negociaciones con Estados Unidos para la utilización de las bases de Morón de la Frontera (Sevilla) y Rota (Cádiz) la obtención de un certificado que garantice que todos los vuelos que pasen por las mismas en la operación de Washington contra el ébola en Africa cumplan todos los protocolos de seguridad, a pesar de que desde la Embajada norteamericana en Madrid se asegura que en dichos vuelos no se trasladarían ni personal médico ni enfermos.
Según han informado este jueves fuentes militares, el uso de las bases para repostaje de aeronaves y descanso de su tripulación durante el traslado del material necesario para hacer frente a la epidemia es un asunto que España y Estados Unidos llevan semanas negociando y que todavía no está cerrado. Todo el proceso podría culminar este viernes, en la reunión que mantendrá el ministro de Defensa, Pedro Morenés, con su homólogo norteamericano, Chuck Hagel.
Eso sí, las fuentes consultadas han indicado que Washington no tiene por qué pedir autorización a España para utilizar las bases de Morón y Rota para este fin, ya que el uso de estas instalaciones es compartido por ambos países, según establece el Convenio entre el Reino de España sobre cooperación para la Defensa, vigente desde 1988.
No obstante, y dado que la operación norteamericana contra el ébola en Africa va a ser importante, llegando a movilizar a unos 3.000 efectivos, las fuentes han subrayado que la Administración de Barack Obama ha mantenido informado al Gobierno español de sus intenciones desde el principio, motivo por el cual desde Madrid se han reclamado todas las garantías de seguridad.
Instalaciones adecuadas para combatir la epidemia
Según han explicado a Europa Press desde la Embajada de Estados Unidos en Madrid, la operación que ha previsto Washington consiste en levantar en Africa las instalaciones necesarias para el combate del ébola, por lo que los vuelos que pasarían por España servirían para transportar el material necesario para ello.
Así pues, se ha dejado claro que se trata de una operación logística y que en dichos vuelos no se trasladarían ni médicos ni enfermos ni pacientes con síntomas, sino el material para poner en marcha la infraestructura que es necesaria para ayudar a contener la epidemia.