El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene intención de volcarse en los próximos meses en la explicación de la gestión que ha abanderado a lo largo de la legislatura y que está convencido de que tendrá el reconocimiento de una gran mayoría de españoles que le permitirán revalidar su victoria en las urnas.
La palabra «pedagogía» es la que, según han subrayado a Efe fuentes del Ejecutivo y del PP, Rajoy pretende que esté presente en la agenda de 2015 de sus ministros y de los dirigentes de su partido.
«Explicar todo lo hecho y seguir haciendo» es el lema que esas fuentes recalcan que el presidente del Gobierno va a tener presente hasta las próximas elecciones generales consciente de que, pese a la mejoría «evidente» de la situación del país desde la última cita con las urnas, aún hay asignaturas pendientes y, en cabeza de todas ellas, la lucha contra el desempleo.
Rajoy ha venido expresando en diversos actos públicos y declaraciones que está seguro de que los ciudadanos van a entender las duras medidas que en ocasiones ha tenido que tomar ante la situación de debilidad económica que heredó.
La comparación entre la España de finales de 2011 y la actual, una reflexión sobre lo que podría ocurrir si el país se apartara del rumbo en el que se encuentra, el valor de la estabilidad frente a propuestas como las del PSOE o Podemos, y la respuesta que se está dando a la amenaza independentista de Cataluña son factores que le llevan a pensar que el PP seguirá siendo el partido más votado en las próximas elecciones.
No cree en absoluto que pueda haber un «batacazo» del PP en las municipales y autonómicas, unos comicios que se celebrarán el 24 de mayo y ante los que tiene que dilucidar quiénes serán los candidatos a alcaldías y regiones tan emblemáticas como Madrid o la Comunidad Valenciana.
Al respecto, las fuentes consultadas por Efe han subrayado que la decisión se adoptará «en tiempo y forma, sin presiones y pensando en candidatos ganadores».
El resultado de estas elecciones puede condicionar el momento exacto en el que Rajoy convocará las generales aunque, tal y como dejó entrever en el balance del año que hizo el pasado 26 de diciembre en el Palacio de la Moncloa, su intención es que se celebren en torno a noviembre.
En el largo esprint hasta ellas, el PP asume que la oposición seguirá intentando aprovechar los ecos de asuntos como el caso Gürtel para desprestigiar la tarea llevada a cabo por el Gobierno contra la corrupción.
La lucha contra esta lacra va a ser, junto a la evolución de la economía y la respuesta al desafío soberanista catalán, uno de los ejes del discurso en 2015 de Rajoy, que ha pedido perdón por los casos que han afectado a su partido pero ha puesto y va a seguir poniendo en valor la honradez de la inmensa mayoría de dirigentes populares.
Al mismo tiempo, pretende seguir impulsando nuevas iniciativas para hacer frente a la corrupción pese a que vayan a contar con el anunciado rechazo por parte del PSOE.
Eso lo puede aprovechar Rajoy para mantener su estrategia de afear la actitud del actual líder socialista, Pedro Sánchez, frente a la que mantenía en asuntos de Estado su predecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba.
No obstante, el presidente de Gobierno seguirá dispuesto al diálogo con Sánchez y reiterará el valor que para la estabilidad de España tiene el PSOE.
Con el secretario general socialista prevé acordar próximamente la fecha de celebración del debate sobre el estado de la nación, que previsiblemente se celebrará en el Congreso a finales de febrero o principios de marzo.
Un debate que enfrentará por vez primera a Rajoy y Sánchez y que cobra especial importancia en un año tan electoral como 2015.
En su transcurso, Rajoy mantendrá sus argumentos ante los movimientos que pretenda seguir haciendo el presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien puede desvelar en los próximos días si carga aún más el calendario electoral de este año con unos comicios anticipados en Cataluña.
Rajoy, que relajará su agenda internacional para multiplicar sus viajes por España, irá a Cataluña «todo lo que sea necesario, como siempre», según las fuentes del Gobierno.
Allí y en el resto de comunidades, señalan, trasladará el mensaje de un Ejecutivo solidario con los gobiernos autonómicos, que representa el sentido común frente al radicalismo o la inconsistencia y que, pese a la crisis, ha mantenido los pilares del Estado del bienestar.
Con la prima de riesgo en mínimos desde hace años y ya en vigor la reforma del IRPF, su objetivo es que cale la idea de que el mayor error sería cambiar el rumbo cuando España va en la buena dirección.