La diputada socialista y exministra Trinidad Jiménez ha anunciado este miércoles que dejará la vida política cuando concluya la legislatura tras haber «sido todo» en política, desde concejala y aspirante a la alcaldía de Madrid hasta titular de las carteras de Sanidad y Exteriores con José Luis Rodríguez Zapatero.
Jiménez, de 53 años, ha anunciado su retirada en unas declaraciones en el Congreso en las que se ha mostrado muy agradecida por el apoyo que ha recibido de su partido y de su actual líder, Pedro Sánchez, con el que seguirá trabajando antes de su marcha para lograr que sea el próximo presidente del Gobierno.
Una decisión estrictamente personal, ha enfatizado, que ha adoptado tras un largo período de reflexión, convencida de que tras haber ocupado numerosos y diferentes cargos públicos en los últimos 15 años ahora sus expectativas de futuro están fuera de la política.
«Uno tiene que cumplir una etapa en su vida, la he cumplido aquí; podré seguir apoyando, pero la política activa debe concluir aquí», ha declarado tras recordar los «intensos» quince últimos años vividos, con momentos muy duros, ha recordado, como los funerales por víctimas de ETA acompañando a Zapatero, y otros mucho mejores, como el anuncio del fin de la actividad terrorista de la banda.
Como momento «muy emotivo» ha evocado la primera vez que tomó posesión como ministra para ocupar la cartera de Sanidad, pero no ha olvidado, por su especial intensidad, su etapa en el Ayuntamiento de Madrid «cuando yo no era nadie y nadie me conocía -ha dicho-» y en particular la amargura que le supuso no lograr la alcaldía.
Se ha referido a la «marea de ilusión» que entonces detectó en la calle y que le hizo vivir con gran «decepción» la derrota a manos de Alberto Ruiz Gallardón, hasta el punto de preguntarse a sí misma que si hubiera continuado en el Ayuntamiento para presentarse de nuevo su trayectoria hubiera sido «diferente».
Futuro laboral
Pese a la insistencia de los periodistas, Jiménez no ha querido desvelar a qué se dedicará cuando termine la legislatura.
Seguirá como diputada hasta el último minuto, pues cuando se disuelvan las Cortes proseguirá como miembro de la Diputación Permanente del Congreso hasta la constitución del nuevo Parlamento.
De momento, ha dicho que tiene varias posibilidades en mente, sin que por ahora haya tomado una decisión sobre su futuro.
Su principal argumento para este «paso atrás» ha sido que ya lo ha «sido todo en política», y lo ha dicho entre palabras de «agradecimiento» y sin dejar de remarcar que ahora su «único interés» es ayudar a Pedro Sánchez a convertirse en el próximo presidente del Gobierno.
También ha apostado por «dejar a otros para que tomen el relevo» y ha afirmado que se marcha «contenta y agradecida» por haber «servido a España» que al fin y al cabo es lo que siempre pretendió.
De Pedro Sánchez y del portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, ha dicho que siempre ha recibido «palabras de apoyo, cariño y respeto», y que por ello han aceptado su decisión.
Natural de Málaga, la trayectoria política de Trinidad Jiménez comienza en el año 1996, como responsable de Relaciones Políticas con América en la Secretaría de Relaciones Internacionales del PSOE.
En 2003 entró en el Ayuntamiento de Madrid, donde fue concejala socialista hasta su nombramiento como secretaria de Estado para Iberoamérica en 2006; después entró en el Congreso como diputada.
Dentro de los gobiernos del segundo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero fue ministra en dos etapas: de Sanidad entre 2009 y 2010 y de Asuntos Exteriores y Cooperación entre 2010 y 2011.
En la presente legislatura, revalidó su escaño tras ser la número uno en la lista por Málaga y ha desempeñado el cargo de portavoz en la Comisión de Asuntos Exteriores.