El Parlament ha rechazado este jueves por segunda vez en esta semana investir a Artur Mas, que sólo ha recibido el aval de los 62 diputados de Junts pel Sí, frente al 'no' del resto, aunque la CUP ha dejado abierta la puerta a un acuerdo, tras apreciar un acercamiento con la última oferta del president.
Después de que en la primera votación del pasado martes la CUP frustrara la investidura de Mas al sumar sus diez votos a los del resto de la oposición, este jueves ha vuelto a ocurrir lo mismo y, aunque ya no necesitaba la mayoría absoluta sino que le bastaba la mayoría simple para ser investido, su candidatura ha recibido 73 'noes'.
Es la primera vez desde el restablecimiento de la democracia que el candidato a la presidencia no logra ser investido ni en primera ni en segunda votación.
De hecho, sólo en tres ocasiones el presidente catalán había tenido que esperar a la segunda votación para poder ser investido: Jordi Pujol en 1980 y en 1995, Artur Mas en 2010.
Al término de la votación, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha anunciado que abrirá una nueva ronda de consultas parlamentarias antes de formular una nueva propuesta de candidato a la investidura.
A partir de este momento, el Parlament tiene tiempo hasta el 10 de enero para celebrar un nuevo pleno que permita investir al presidente catalán, pero si finalizado ese plazo no hubiese todavía acuerdo Catalunya se verá abocada automáticamente a unas elecciones anticipadas en marzo.
Para intentar convencer a la CUP, Mas ha explicado que este miércoles movió ficha y planteó una doble propuesta: presidir un gobierno en el que delegaría funciones y someterse a una cuestión de confianza dentro de diez meses para ofrecer a los 'cuperos' la posibilidad de destituirlo si consideran que no ha cumplido sus promesas.
Mas ha apremiado a la CUP a «moverse» de su posición para cerrar un acuerdo de investidura que cree que no debería dilatarse, porque cada día que pasa va «en contra» del mandato independentista de la mayoría parlamentaria.
El presidente del grupo parlamentario de la CUP, Antonio Baños, ha justificado «el 'no' tranquilo» de su grupo a Mas, aunque ha valorado su último «movimiento», que dejaría más cerca el acuerdo.
«Lo tenemos al alcance», ha asegurado Baños, que después ha admitido que «hay prisa» para cerrar un acuerdo, aunque ha advertido de que «todos» deben «ponerse las pilas» para conseguirlo.