El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha expresado este jueves su rechazo a que se vincule la acusación que le hizo al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que «no es decente» con la agresión sufrida en Pontevedra.
Sánchez, en declaraciones en el programa de «Espejo público» de Antena 3, ha asegurado que «las voces que vinculan el ataque con el debate son minoritarias y se califican a sí mismas».
«Vincular una cosa con otra descalifica a las personas que lo quieren hacer», ha censurado el líder del PSOE, para quien la violencia es «rechazable y condenable» y «no hay que buscar ningún tipo de justificación».
En declaraciones en el programa «Herrera en Cope», ha negado que su acusación en el cara a cara a Rajoy haya podido subir la tensión de la campaña.
«En absoluto», ha respondido tajante el candidato socialista, quien ha vuelto a condenar con rotundidad el puñetazo al presidente del Gobierno, a quien ha querido «mandar un abrazo» como gesto de solidaridad, además de a su familia y al PP.
Sánchez ha opinado que este tipo de episodios, «desgraciadamente, es lo que pasa en las campañas».
Ha recordado que en su mitin de ayer, miércoles, en Murcia, también hubo un grupo de antitaurinos que intentó boicotearle pidiendo la prohibición del festejo del Toro de la Vega.
«Siempre en la campaña tienen la oportunidad una minoría muy minoritaria de intentar reventar y hacer llamar la atención. No son hechos comparables, pero desgraciadamente es lo que ocurre en las campañas. Hay mucha intensidad y es cuando la democracia contrasta los diversos proyectos políticos», ha argumentado.
El líder del PSOE ha subrayado que «en democracia no cabe la violencia» y que siempre ha habido unión entre los partidos cuando ha habido episodios de esta naturaleza.
Sánchez ha querido reivindicar «la política limpia y el noble ejercicio de la política, que implica contundencia también en las críticas y en el rechazo y la condena a hechos lamentables que no se tienen que repetir como el que sufrió Rajoy en primera persona».