El Banco Santander ha anunciado una reestructuración de su red de sucursales en España y de sus servicios centrales que conllevará el cierre de hasta 450 oficinas de tamaño pequeño a lo largo del año y la previsión de reducción del personal de la entidad, aunque no ha especificado la cifra.
Según UGT, el Banco ha trasladado a los sindicatos que este proceso se enmarca en los cambios acometidos en la reestructuración del sector y que el mismo «es vital para el sostenimiento futuro» al tiempo que ha expresado la imposibilidad de acometer en este momento un proceso «masivo» de prejubilaciones, señala una nota del sindicato.
Además del cierre de 450 oficinas este años, el Santander prevé la remodelación de otras sucursales para transformarlas en «oficinas del futuro» a razón de 350 sucursales cada año hasta alcanzar las mil en 2018, agregó el sindicato.
Según explicaron fuentes del Santander, las sucursales afectadas son oficinas de pequeño tamaño, con menos de tres empleados, y han subrayado que estas medidas no supondrán la desaparición del Banco Santader en ninguno de los más de 2.000 municipios en los que tiene presencia actualmente.
El plan inicial del Banco Santander pasa por integrar a los empleados afectados por el cierre de oficinas en otras sucursales de mayor tamaño y resolver con prejubilaciones el futuro de los trabajadores que no puedan ser recolocados mediante este sistema de traslados.
El banco presidido por Ana Botín se ha reunido este jueves con los sindicatos para presentarles un plan que prevé el cierre de hasta 450 oficinas y sucursales en todo el territorio nacional a lo largo del año y que conllevará además «un ajuste» de plantilla que la entidad todavía no ha estimado.
Aumento de los costes
El fuerte incremento de los costes regulatorios, han apuntado fuentes de la negociación, es una de las causas de este plan de transformación que pretende desarrollar un nuevo concepto de sucursal con la adaptación de 350 oficinas durante 2016.
En cuanto al centro corporativo, estas mismas fuentes señalan la intención de mejorar su eficiencia con la digitalización de procesos, la reordenación de funciones para evitar duplicidades y la optimización de costes.
Desde los sindicatos se ha subrayado que la entidad les ha convocado a una reunión que mantendrán el próximo miércoles, día 6 de abril, para facilitarles información sobre el número de trabajadores afectados por esta medida. CCOO ha incidido, en cualquier caso, en su voluntad para garantizar que cualquier proceso se lleve a cabo con medidas voluntarias y no traumáticas.
Reacción de los sindicatos
«CCOO participaremos en el proceso de negociación que se abre para garantizar que cualquier proceso se lleva a cabo con medidas voluntarias y no traumáticas», ha dicho en su web el sindicato.
Por su parte, UGT ha acusado al banco de «aprovecharse» de la situación favorable que facilita la actual legislación laboral «para acometer un proceso de destrucción de empleo» mientras los datos del último año arrojan una retribución de casi 700 millones de euros para 1.246 directivos, frente a los 971 millones que costó retribuir a toda la plantilla.
«UGT hará frente a la situación que supone la destrucción de puestos de trabajo, abaratamiento de los costes laborales, y destrucción de los derechos de los trabajadores para garantizar que las medidas se adopten por acuerdo, de forma no traumática y voluntaria, minimizando en la medida de lo posible la destrucción de empleo como primera condición», señala en un comunicado encabezado por el titular: «ERE en el Banco Santander», y recogido por OTR/Press.
Además de estas medidas, el Banco Santander ha trasladado su intención de emprender un proceso de reordenacion de los servicios centrales corporativos, ubicados en Boadilla del Monte (Madrid), con eliminación de las funciones que no aportan valor añadido.
En el año 2009 Banco Santander ya llevó a cabo un proceso de cierre de sucursales que no afectó a la plantilla que fue reubicada en otras sucursales.