El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha afirmado este martes que «no se rinde» y ha pedido al líder de Podemos, Pablo Iglesias, a que, en «la hora límite» antes de que se convoquen nuevas elecciones, haga posible un pacto para «poner fin al gobierno de la vergüenza» de Mariano Rajoy.
Sánchez también ha demandado al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que «abandone las líneas rojas» y favorezca una negociación con Podemos para negociar un acuerdo tripartito antes de la ronda de consultas que el Rey llevará a cabo los próximos días 25 y 26 para saber si es posible la investidura o se repiten los comicios.
El líder socialista ha hecho este llamamiento in extremis a Iglesias y a Rivera durante su discurso en la reunión celebrada en el Congreso con los diputados y senadores socialistas.
«Pido tanto a Rivera como a Iglesias que se dejen de vetos y exclusiones y que entre los tres pongamos en marcha el cambio», les ha rogado.
«Mi mano sigue tendida. Yo no me rindo. Hasta el último minuto de la legislatura, Iglesias y Rivera tendrán en mí un aliado para lograr el cambio que merecen y necesitan los españoles», ha añadido el líder socialista en su reaparición después de que el pasado viernes quedaran rotas las negociaciones entre su partido y Podemos.
Sánchez ha expresado su deseo de que la formación morada sea «un actor protagonista del cambio» y, en caso de que apoye su investidura, se ha comprometido a hacer «un gobierno transversal, representativo, plural y ejemplar» en el que se sientan reflejados Podemos y C's.
En su opinión, el empecinamiento de Iglesias en que haya una coalición de izquierdas no puede relegar los cambios «tan poderosos» que un gobierno de cambio podría abordar.
El secretario general del PSOE ha asegurado que está en la mano de Iglesias acabar con «el gobierno de la vergüenza» de Rajoy y que José Manuel Soria deje de ser ministro, después de verse envuelto en la controversia de los papeles de Panamá.
Para Sánchez, es una «contradicción» que Iglesias pida «por la mañana la dimisión de Soria y por la tarde, dé el indulto con su voto a Rajoy».
Tras insistir en que «la única opción» posible para evitar las urnas es una alianza entre PSOE, Podemos y C's, Sánchez ha descartado cualquier pacto con el PP por «su falta de ejemplaridad y sus eternos casos de corrupción».
«No hay acuerdo posible», ha zanjado Sánchez tras considerar «imprescindible» para la regeneración democrática que el PP pase a la oposición, se limpie, se regenere y renueve sus liderazgos».
El líder socialista ha recordado que no iba a ser presidente a cualquier precio, por lo que ha preguntado qué dicen ahora aquellos que le reprocharon que estaba dispuesto a la gran coalición o a «echarse en brazos» de los independentistas.
«Soy una persona que, tanto en política como en la vida, hace lo que dice. Me han llamado judas, me han acusado de tener las manos manchadas de cal viva. Nunca me explicaré el odio y el rencor que tiene Iglesias al PSOE», ha lamentado.
Los diputados y senadores socialistas han brindado una cerrada ovación a Sánchez al comienzo de la reunión, en la que también han estado los miembros del equipo negociador.
El secretario general ha agradecido a sus parlamentarios la labor desempeñada desde que tuvieron lugar las elecciones.
Ha puesto de relieve las iniciativas pactadas en el Congreso entre PSOE, C's y Podemos, por lo que no ha dicho comprender cómo no es posible un entendimiento para formar gobierno.
«¿Por una mera cuestión de sillones? Es un interés minúsculo respecto a las cosas que podemos hacer las tres fuerzas», ha remarcado Sánchez.
Ha subrayado que la nueva política no puede ser «los dogmas y la intransigencia», sino el acuerdo.
Por ello, el secretario general ha insistido en pedir a Podemos que proponga medidas para tratar de incorporarlas al documento suscrito entre PSOE y Ciudadanos.
Sánchez ha hecho ver a Iglesias que el mandato de los votantes de Podemos fue desalojar al PP del poder, no otorgarle «una segunda oportunidad».
«A lo mejor, Iglesias vive mejor con Rajoy de presidente, pero millones de españoles que votaron a Iglesias viven peor con Rajoy de presidente», le ha recordado.
La misma reflexión le ha hecho sobre Cataluña, al plantearle que un cambio de gobierno ayudaría a desbloquear la crisis provocada por el proceso soberanista.
No obstante, Sánchez ha admitido que hay una discrepancia ante el rechazo del PSOE al referéndum que defiende Podemos, al que ha considerado «una solución inconstitucional» que aboga por «la ruptura y no por el acuerdo».