El hombre que el 19 de diciembre de 2014 estrelló su vehículo a gran velocidad contra la sede del PP, con un artefacto explosivo-incendiario que no llegó a estallar, ha dicho este miércoles en el juicio por estos hechos que sólo pretendía «llamar la atención» pero que en ningún momento quería causar daño a nadie.
«Mi intención era causar una noticia para centrar el foco de atención sobre un problema muy grande que hay en este país», ha señalado Daniel Pérez, que se enfrenta a una pena de seis años de prisión por la comisión de un delito de tenencia y fabricación de artefacto explosivo-incendiario, en concurso con un delito de incendio en grado de tentativa.
En su comparecencia ante la Audiencia Provincial de Madrid, en la que solo ha respondido a las preguntas de su abogado, el procesado ha reconocido los hechos. «Me arrepiento, me he equivocado y no volverá a ocurrir», ha señalado Daniel Pérez.
Ahora bien, ha querido dejar claro que el artefacto explosivo que fabricó «estaba desactivado» y «no podía funcionar», ya que no es ingeniero ni tiene «conocimientos de ningún tipo» en esta materia.
«Tuve todo el tiempo del mundo, desde que lo planee y desde que lo hice era fundamental que no le ocurriera nada a nadie», ha explicado el acusado, que ha rebajado la importancia del artefacto explosivo que llevaba en el maletero del vehículo al señalar que no había conectado las válvulas.
Versión de los hechos
Sin embargo, un Tedax ha destacado que por el montaje del mismo, se trataba de un artefacto ideado por una persona preparada y con conocimientos, lo que desmonta la versión del procesado.
«Nos dijo que había hecho pruebas en el campo y que tenia conocimientos», ha señalado. Es más, ha manifestado que el montaje se puede comparar al de los artefactos terroristas que «todos conocemos». «Por la forma de activarlo y con la carga atrás, es como el terrorismo suele hacerlo», ha añadido el agente, que ha añadido que el artefacto no explosionó porque tuvo un fallo eléctrico.
Por otra parte, el acusado ha dicho que optó por actuar por la noche, ya que suponía que no había nadie en la sede del PP en Génova y, de esta forma, se aseguraba de que no hubiera gente en la oficina para no causar daños. «Quería crear alarma», ha apostillado.
En el momento de los hechos había seis personas trabajando en la sede nacional de los populares, quienes han manifestado en la vista oral que cuando escucharon el impacto alrededor de las 06.45 horas, tuvieron que salir corriendo del lugar, puesto que todos pensaron que había una bomba en el coche.
«Escuché un gran impacto en la puerta principal, estaba en el garaje pero como tengo cámaras lo vi. Era un coche y había mucho humo», ha relatado un vigilante de seguridad, quien al subir a la recepción se encontró con un compañero que le advirtió de que ese coche podía tratarse en realidad de una bomba.
«Escuché un gran impacto en la puerta principal, estaba en el garaje pero como tengo cámaras lo vi. Era un coche y había mucho humo», ha relatado un vigilante de seguridad, quien al subir a la recepción se encontró con un compañero que le advirtió de que ese coche podía tratarse en realidad de una bomba.
Otro vigilante de seguridad que estaba allí trabajando ha señalado que «había que salir lo antes posible porque había una bomba», mientras que un ordenanza ha destacado que un compañero le avisó de que el vehículo iba a explotar. Todos huyeron por el garaje.