El portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, ha garantizado que el día 1 de octubre no se celebrará el referéndum de independencia en Catalunya anunciado este viernes por el presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, y ha asegurado que el Gobierno tomará medidas contra «cualquier actuación» que suponga pasar del anuncio a los hechos, como se han recurrido «todos los intentos previos de desafiar el ordenamiento jurídico».
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el portavoz ha descalificado el acto celebrado este viernes en la sede de la Generalitat tanto por el contenido como por el marco elegido, una institución de todos los catalanes, y ha insistido en pedir a Puigdemont que acepte la oferta de acudir al Congreso a debatir su propuesta.
Según el Gobierno, el acto de este viernes es una «escenificación para disimular la soledad» de los convocantes del referéndum. «Sólo están ya los más radicales, que han fracasado en sus intentos de buscar nuevos aliados», ha dicho Méndez de Vigo, que ha apuntado un triple «varapalo": el Pacto Nacional por el Referéndum se ha apartado de la convocatoria, la Comisión de Venecia ha pedido respeto a la Constitución y hay «desavenencias» en el seno de JxSí.
Méndez de Vigo ha querido transmitir tranquilidad a los españoles y ha asegurado que no sabe qué ocurrirá el día 1 de octubre porque no es «pitoniso», pero sí qué es lo que no sucederá: «Puedo decir lo que no va a pasar, no se va a celebrar un referéndum ilegal que va contra la Constitución».
Méndez de Vigo ha censurado también el marco elegido por Puigdemont, la sede del Gobierno de todos los catalanes. «No tienen respeto por la neutralidad política de las instituciones», ha criticado. Fuentes del Gobierno han asegurado después que se analizará la puesta en escena por si cabe alguna actuación contra el uso de la sede de la Generalitat.
AL CONGRESO, «SIN PRECONDICIONES»
Méndez de Vigo ha insistido en que el anuncio que espera el Gobierno de Puigdemont es la fecha de su comparecencia en el Congreso, una visita para la que el Ejecutivo no pone «precondiciones». «No ponemos trabas, obstáculos ni condiciones», ha dicho Méndez de Vigo.
Respondía así a la posibilidad de que el presidente catalán aceptase acudir al Congreso pero no para llevar una reforma de la Constitución que le permita convocar un referéndum legal. Méndez de Vigo ha insistido en que el Gobierno quiere diálogo sin condiciones dentro de la ley, pero ha subrayado también que sólo un cambio constitucional permitiría a Puigdemont hacer lo que pretende.
«Queremos escucharle y donde mejor se le puede escuchar es en ese foro que puede tomar decisiones, es de pura lógica», ha recalcado.