El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, ha tildado de «improcedentes» las declaraciones del presidente del parlamento de Flandes, Jan Peumans, y le ha respondido que Bélgica está por detrás de España en los ránkings democráticos, después de que escribiera una carta a la expresidenta del Parlament Carmen Forcadell en la que cuestionaba el respeto de la democracia en España.
Asimismo, Borrell ha defendido la respuesta del Ejecutivo, que se ha quejado por tres vías diferentes ante Bruselas: «hemos hecho lo que teníamos que hacer».
En declaraciones en RNE, recogidas por Europa Press, el titular de Exteriores ha descrito la carta que remitió a Forcadell como «improcedente» e «injusta».
Borrell ha reivindicado que la democracia española aparece bien situada en los ránkings internacionales de calidad. «En todos los rankings la democracia española aparece clasificación por encima de la belga», le ha recordado a Peumans tras sus críticas.
«No voy a empezar una competición, pero los datos objetivos no califican mal a la nuestra, mejor que a la democracia belga. Las criticas son injustas e improcedentes», ha zanjado.
El titular de Exteriores ha defendido la respuesta del Gobierno, que convocó al embajador belga en España, Marc Calcoen, para expresarle su malestar por la carta. En total, Exteriores se quejó hasta por tres vías diferentes ante las autoridades belgas por este asunto.
«Hemos hecho lo que teníamos que hacer», ha asegurado, defendiendo la reacción del Gobierno ante la misiva de Peumans.
ACUSÓ A ESPAÑA DE ANTIDEMOCRÁTICA
Peumans sostiene en la misiva que, en el último año, «las cosas han ido a peor para la democracia en Catalunya». «La violencia usada durante las elecciones fue sólo la expresión más atroz de la política antidemocrática», afirmó.
En este sentido, el dirigente flamenco dijo que mantener detenidos a políticos independentistas es «un acto todavía más insidioso», una «prueba» de que «el Gobierno en España ya no puede cumplir las condiciones para ser parte de una Unión Europea democrática», reza la misiva, que fue entregada a Forcadell en prisión por el eurodiputado Mark Demesmaeker, de NVA.