La Audiencia de Málaga tiene previsto comenzar el lunes el juicio a 18 acusados que supuestamente formaban parte de una red, que estaría liderada por un exfutbolista malagueño, también procesado, y que se dedicaría a comprar grandes cantidades de drogas, sobre todo marihuana, que luego envasaban y trasladaban a otros países europeos.
El juicio está previsto en la Sección Tercera de Málaga e inicialmente, además de este lunes, hay fijadas otras 12 sesiones de vista oral a partir del 2 de mayo.
Gracias a las investigaciones realizadas por la Guardia Civil se pudo identificar a presuntos miembros de dicha organización, como el exfutbolista Sergio C.P., quien supuestamente «asumía la dirección de las operaciones dando las instrucciones necesarias de qué cantidades comprar, a qué precio y dónde llevarlas», dice el escrito provisional del fiscal.
Junto a este procesado, según las conclusiones iniciales del ministerio público, a las que ha tenido acceso Europa Press, otro acusado «desempeñaba igualmente una posición relevante», ya que, al parecer, este sería el «encargado de dar soporte financiero de importantes cantidades económicas» al grupo a través de un tercer acusado.
Asimismo, para el fiscal, también formaban parte de la organización otros acusados que serán juzgados, entre ellos la novia del exjugador, quien supuestamente se hacía cargo del pago y cobro a proveedores e intermediaba en las operaciones; y el hermano de este, que realizaría labores de transporte y envasado de las sustancias estupefacientes.
Para la Fiscalía, el resto de acusados tenían otras funciones como realizar el etiquetado, proporcionar la marihuana, llevar a cabo las labores de vigilancia o custodia o eran los encargados de alquilar los vehículos para el transporte de la mercancía, según las investigaciones realizadas por la Unidad de Antidrogas de la Guardia Civil.
Según la acusación pública, para llevar a cabo esta actividad, la red «contaba con una elevada capacidad económica y estructura logística que le permitía obtener grandes cantidades de sustancia estupefacientes, disponer de viviendas donde envasar al vacío y preparar la droga para su posterior transporte».
Asimismo, en cada operación alquilaban vehículos distintos «para dificultar una eventual investigación». A raíz de las intervenciones telefónicas realizadas, señala el ministerio fiscal, los investigadores tuvieron conocimiento de que el supuesto responsable de la red estaría organizando en octubre de 2019 un transporte de droga oculta en un cargamento de ajos.
A pesar de que se interceptó este transporte, la organización continuó y preparó otro para noviembre de ese mismo año, dice el fiscal, de forma que habrían comprado partidas de droga en distintas localidades que luego supuestamente almacenaban en la vivienda de dos de los acusados.
Según la acusación, los investigadores conocieron los movimientos de varios de los acusados por los dispositivos de geolocalización instalados en vehículos, de forma que se volvió a interceptar este cargamento; aunque, dice el fiscal, la red supuestamente volvió a preparar otro en días posteriores.
Se practicaron numerosos registros domiciliarios, entre ellos el apartamento del exfutbolista y su pareja en Estepona (Málaga), donde los agentes se incautaron de diversas cantidades de dinero. En otros inmuebles, localizaron, además, distintos tipos de droga y útiles para pesarla.
El fiscal acusa al exfutbolista y a su pareja por un delito contra la salud pública en cantidad de notoria importancia en el seno de una organización criminal, solicitando 16 años de prisión y multa de 15 millones de euros para cada uno. Para el resto de acusados también pide cárcel por este mismo delito y a algunos les suma el de tenencia ilícita de armas.