El escándalo de los cheques falsos en UGT ha dejado al descubierto una situación caótica en la organización sindical. Según un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, la presunta cabecilla de la trama, Mayka Tomás López, ex administrativa de UGT Madrid e hija de Carmen López, la ex diputada del PSOE, habría hecho un uso indebido de las tarjetas corporativas del sindicato. Más de un centenar de compras privadas en Amazon, por un valor superior a los 8.000 euros, habrían sido realizadas con estas tarjetas. Este caso se suma a la investigación sobre la presunta falsificación masiva de cheques de UGT para desviar hasta 4,5 millones de euros de fondos, que incluían cuotas de afiliados y subvenciones públicas para políticas activas de empleo.
Las compras realizadas por Mayka incluyen una variada gama de productos, desde sandalias de playa Quiksilver hasta botellas de champán Magnum, pasando por vinos de Pago de Carraovejas y productos de belleza de Kerastase. La UDEF ha destacado la falta de mecanismos internos de prevención de fraudeen UGT como un factor que permitió estas irregularidades. La organización Solidaridad, vinculada a Vox, que ejerce la acusación popular en el procedimiento, ha solicitado que UGT pase a tener la condición de investigado debido al origen público de parte de los fondos desviados, lo que podría llevar a imputaciones por fraude en las subvenciones o malversación de caudales.
Este nuevo episodio revela una brecha más en la estructura organizativa del sindicato, que enfrenta cuestionamientos sobre la gestión de sus recursos y los posibles abusos de sus miembros de alto rango. El caso de los cheques falsos de UGT ha atraído la atención pública y se espera que continúe desarrollándose en los próximos meses, mientras se investigan las implicaciones y se buscan respuestas en medio de la polémica.