El Partido Popular ha ganado las elecciones autonómicas en Extremadura al obtener 29 escaños, sin alcanzar la mayoría absoluta fijada en 33, según el 95 % del escrutinio. El PSOE regional sufre un fuerte descenso y retrocede hasta los 18 diputados, su cifra más baja en la historia democrática extremeña, perdiendo diez escaños respecto al resultado de los comicios de mayo de 2023. Por su parte, Vox protagoniza un avance notable al situarse con 11 representantes, mientras Unidas por Extremadura obtiene 7 escaños, consolidando el peso de la izquierda alternativa.
En el contexto de esta jornada electoral, María Guardiola, candidata popular, supera en apoyos a la socialista Soraya Vega, aunque el PP no logra la mayoría absoluta. Los populares suman 43,12 % de votos, cuatro puntos por encima de su registro en 2023. Por el contrario, el PSOE cae al 25,77 %, trece puntos por debajo del resultado de hace dos años y medio, y pierde más de 100.000 votos en toda la comunidad. La falta de movilización entre los electores progresistas se hace patente, tal y como han reconocido fuentes socialistas al admitir que "no hemos conseguido movilizar a la izquierda".
El giro electoral en las grandes ciudades extremeñas
El PP se impone en localidades clave como Badajoz, Cáceres, Mérida y Navalmoral de la Mata, así como en Villanueva de la Serena, localidad vinculada históricamente al PSOE y cuyo exalcalde es el actual líder socialista Miguel Ángel Gallardo. La pérdida de apoyos socialistas es especialmente significativa al descender por primera vez bajo el umbral de los 20 diputados regionales, punto de inflexión en una región tradicionalmente considerada uno de sus bastiones.
VOX crece y Unidas por Extremadura alcanza su mejor marca
VOX, con Óscar Fernández Calle al frente, obtiene casi 85.000 votos frente a los cerca de 49.800 de 2023, aumentando su representación parlamentaria de 5 a 11 escaños. El incremento en porcentaje es de casi nueve puntos, situándose en el 17 % del voto regional. Unidas por Extremadura, la coalición liderada por Irene de Miguel, también experimenta avance, pasando de 3 a 7 representantes y llegando a superar el 10 % de apoyo ciudadano, con más de 54.000 votos territoriales.
Desplome de los partidos regionalistas
Por el lado de las formaciones regionalistas, el retroceso es marcado y no consiguen entre todas reunir 10.000 votos, alejándose del protagonismo en la Asamblea autonómica. El escenario resultante dibuja un parlamento sin mayorías claras, proyectando la necesidad de acuerdos para la gobernabilidad de Extremadura tras estas elecciones de 2025.