La urticaria consiste en la aparición de ronchas de color rojizo en la superficie de la piel con protuberancias en algunas ocasiones y pruriginosas, esto es, que producen picazón. «Las ronchas tienen límites claramente definidos y los brotes aparecen y desaparecen», destacan en MSD Manuals. En este sentido, «la inflamación se debe a la liberación de sustancias químicas como la histamina por los mastocitos en la piel», causando una pérdida temporal de líquido desde los vasos del torrente sanguíneo.
Esta afección se puede considerar crónica si las ronchas aparecen durante más de seis semanas o reaparecen con frecuencia durante meses o años y, aunque en ocasiones no se conoce cuál es la causa exacta, sí existen ciertos factores de riesgo asociados.
También puede aparecer angioedema, que se trata de una hinchazón similar a la urticaria, pero que se manifiesta bajo la piel. De hecho, es posible padecer angioedema sin urticaria. La reacción es similar a la urticaria y «a veces afecta a la cara, los labios, la garganta, la lengua y las vías respiratorias», aunque si la inflamación bloquea las vías respiratorias puede resultar peligroso e incluso mortal.
Estas ronchas (urticaria) y el angioedema son, a menudo, reacciones alérgicas, aunque también pueden deberse a otros motivos. Así, según Mayo Clinic, estas reacciones cutáneas pueden ser causadas por varios factores:
■ Alimentación: algunos alimentos pueden provocar reacciones alérgicas como los mariscos, el pescado, los frutos secos, la leche o los huevos.
■ Medicamentos: la ingesta de algunos fármacos puede generar urticaria o angioedema. «Los agentes responsables comunes incluyen penicilina, aspirina, ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), naproxeno sódico (Aleve) y medicamentos para la presión arterial».
■ Alérgenos: el polen y otros alérgenos pueden provocar urticaria al ser una reacción alérgica, además de otros síntomas asociados al tracto respiratorio.
■ Factores ambientales: la exposición a la luz solar; estímulos extremos como la presión, el frío o el calor, o estímulos emocionales como el estrés.
Picaduras de insectos.
Tratamientos médicos o patologías previas: «La urticaria y el angioedema también ocurren ocasionalmente en respuesta a transfusiones sanguíneas e infecciones provocadas por bacterias o virus como el de la hepatitis y el VIH».
De esta manera, las ronchas en la piel pueden aparecer cuando «se inhalan, consumen, inyectan o tocan determinados agentes químicos» que están presentes en el ambiente, en los alimentos, en fármacos, en insectos, plantas u otras fuentes. Sin embargo, "las ronchas no siempre forman parte de una verdadera reacción alérgica y, por ejemplo, pueden ser el resultado de trastornos autoinmunitarios. indican en MSD.
Por lo general, la urticaria o angioedema leve se pueden tratar en el hogar. Sin embargo, hay que contactar inmediatamente con los profesionales sanitarios cuando: la persona presente dificultad para respirar; sensación de cierre de la garganta, inflamación de labios, párpados, cara o lengua; sibilancia; mareos, o desmayos.
También es necesario acudir al médico si se presentan otros síntomas como fiebre, vómitos, ganglios inflamados o pérdida de peso, y si los signos duran varios días.
Es posible que si la urticaria es leve no requiera tratamiento y desaparezcan las ronchas en uno o dos días. Sin embargo, para reducir la inflamación y el picor se aconseja evitar los baños o duchas calientes y la ropa ajustada.
El profesional sanitario puede indicar la toma de algún fármaco antihistamínico para aliviar los síntomas de prurito e hinchazón. Por otro lado, «los corticoesteroides por vía oral se administran si los síntomas son graves y otros tratamientos resultan ineficaces», subrayan en MSD Manuals. En el caso de urticaria crónica se pueden recetar otros fármacos como antidepresivos o anticuerpos (monoclonales).
Si se trata de una reacción grave se puede administrar epinefrina. «Las personas con estas reacciones graves deben llevar un dispositivo de autoinyección de epinefrina y, si se produce, utilizarlo de inmediato».