Con el otoño comienza la temporada de consumo de naranjas y mandarina, por lo que es habitual comenzar a ver en el mercado estos productos en su periodo óptimo de maduración y calidad.
Sin embargo, tal y como advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), las naranjas que se venden en los establecimientos durante el mes de octubre no tienen origen español ya que no solo son producidas aquí.
Las mandarinas sí son recolectadas en España en estas fechas, pero puede que en el mercado encontremos «naranjas que indican menciones como 'envasado en Valencia' o 'envasado en España', pero eso no alude al origen de la fruta», señalan.
Entonces, ¿de dónde vienen las variedades que encontramos ahora en el supermercado o en las fruterías? Las naranjas españolas empiezan a recolectarse a mediados o finales de octubre, por lo que hasta noviembre no llegan a las estanterías de las tiendas.
Así, «las que encuentras, ponga lo que ponga, son frutas que vienen de Sudáfrica, Uruguay, Perú o Chile». La temporada de producción en España tiene lugar durante todo el invierno y la primavera, siendo la última en recogerse las naranjas Valencia late. Esta variedad puede encontrarse en fruterías hasta julio, «pero en agosto, septiembre y octubre los meses que no hay disponibilidad de naranjas españolas en absoluto».
¿Cómo podemos reconocer si su procedencia es de España? Las compañías y productoras están obligadas a incluir en el etiquetado el origen de determinados alimentos, como ocurre con la carne, el pescado, las frutas o los huevos, que no han sufrido un proceso de transformación.
En este sentido, para fijarse en el origen de este cítrico, debe aparecer en el etiquetado el país de origen si está envasado, en bandeja o en caja. Si se vende a granel, «debe poder consultarse la procedencia del producto en el envase original o en carteles informativos visibles para el consumidor», concluye la OCU.