Sorprendente suceso ocurrido en la provincia de Guizhou, en el sur de China, donde un niño de tan solo cinco años se tragó 123 bolitas magnéticas mientras veía la televisión junto a su hermana, motivo por el que tuvo que ser intervenido en el hospital.
Según informa RT, que se hace eco de medios locales, el niño, de nombre Xiao Wu, primero mintió a sus padres y les dijo que solo se había tragado una bolita, por lo que un médico descartó cualquier tipo de problema ya que sería desechada de forma natural por el menor.
Sin embargo, la realidad era bien distinta. Los progenitores del niño, al ver que no expulsaba la bolita, decidieron llevarlo al hospital, donde, tras varias radiografías, comprobaron sorprendidos que en su interior había más de cien.
Así, un equipo especializado de gastroscopía del Hospital Afiliado de la Universidad de Medicina de Guizhou decidió realizarle una cirugía y extraerle los objetos de su estómago.
Al final, todo quedó en una anécdota, pero, según los médicos, si las bolas, de 0,5 centímetros, hubieran permanecido más dentro de su cuerpo, habrían podido provocar una perforación intestinal.