La psicóloga especialista en Psicología General de Instituto Centta, Candela Gómez de la Calzada, ha alertado de que «los frenéticos ritmos de vida actuales o la escasa prioridad que se ha dado hasta ahora a la salud mental pospone la búsqueda de ayuda» o, incluso, «normaliza los estados de estrés y ansiedad, con efectos no sólo a nivel mental, sino también físico y social».
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental de 2022, que se celebra el 10 de octubre, la experta advierte de que la pandemia no solo ha puesto sobre la mesa la importancia de cuidarnos a nivel físico, sino también a nivel mental, ocupando una mayor presencia tanto en la esfera pública como en la virtual. «Nos hemos encontrado con un aumento de la demanda en los servicios de salud mental. Sin embargo, contrario a lo que muchos pensarán, no todos los motivos de consulta responden a hechos derivados exclusivamente de la pandemia», señala.
«Un porcentaje significativo son problemáticas que ya estaban anteriormente, pero que no se han podido atender por diversos motivos, muy a menudo relacionados con los frenéticos ritmos de vida actuales o la escasa prioridad que se ha dado hasta ahora a la salud mental», añade la psicóloga, quien advierte de que, con la pandemia, «al detenerse el mundo y estar encerrados en casa, las personas no han podido tapar aquello que les acontecía con otros mecanismos como una agenda saturada de planes y obligaciones».
«Esto ha podido ser el germen para que la salud mental empiece a estar en boga, pero aún así hay varios retos que todavía nos encontramos tanto los profesionales como la sociedad respecto a este tema», lamenta. Entre los retos señala el estigma dificulta la búsqueda de ayuda profesional; acabar con una «sanidad pública que da la espalda a la salud mental», y priorizar la infancia y la juventud en materia de salud mental.