La aerolínea Ryanair cerró su primer trimestre fiscal (abril-junio de 2023) con un beneficio de 663 millones de euros, cifra que casi multiplica por cuatro el resultado registrado en el mismo periodo del año anterior (170 millones). A pesar de este favorable resultado la irlandesa recorta su previsión de crecimiento en pasajeros para este año y anuncia que el precio de los billetes aumentará.
La aerolínea europea ha logrado disparar su beneficio respecto al mismo trimestre del año anterior cuando se vio afectada gravemente por las consecuencias de la guerra de Ucrania. Este año 2023 la «fuerte» Semana Santa y el día festivo extra en el Reino Unido en mayo con motivo de la Coronación del nuevo rey de Inglaterra, junto con otros acontecimientos, les ha permitido una recuperación extraordinaria de resultados.
Los ingresos del primer trimestre aumentaron un 57%, hasta los 2.470 millones de euros. El tráfico creció 11%, hasta 50,4 millones de pasajeros, y las tarifas medias aumentaron un 42%, a 49 euros, gracias a una Semana Santa «fuerte», según explicó la aerolínea. Así, los ingresos totales del primer trimestre del año fiscal 2024 aumentaron un 40%, hasta los 3.650 millones de euros.
Los costes operativos totales se incrementaron un 23%, a 2.940 millones de euros, principalmente debido al mayor coste del combustible (+30% hasta los 1.340 millones de euros), los costes de personal y tarifas ATC más altas.
«A pesar de un modesto aumento en los costes unitarios (sin combustible) a poco menos de 32 euros en el primer trimestre, la ventaja de costes de Ryanair sobre los competidores de la Unión Europea continúa ampliándose», explicó la aerolínea.
Los retrasos en las entregas de aviones de Boeing han provocado que la compañía haya anunciado un recorte en sus previsiones de crecimiento en pasajeros. Así, la irlandesa prevé que el tráfico del año fiscal 2024 crezca a aproximadamente 183,5 millones (un 9% más). Esta cifra está por debajo de los 185 millones previstos originalmente, debido a los retrasos en las entregas de Boeing en primavera y otoño de 2023.
«Hemos trabajado en estrecha colaboración con Boeing para minimizar estos retrasos y la interrupción de nuestros horarios y objetivos de tráfico», señalan desde Ryanair. A pesar de ello, la compañía aérea esperaba 51 entregas de aviones el 30 de abril o antes, pero la última de estas entregas se retrasó hasta julio.
Ryanair prevé que las entregas de invierno de 2023 y primavera de 2024 se vean menos afectadas, pero Boeing ya ha indicado que algunas entregas pueden retrasarse desde abril de 2024 hasta junio de 2024.
La flota actual de 'Gamechanger' se situó en 119 al final del trimestre y se estima aumentar a 124 a finales de julio con la llegada de 49 B-8200 (173 en total) para fin de año (marzo de 2024).
SUBIDA DE PRECIOS
De cara al segundo trimestre, las reservas son «sólidas» por lo que Ryanair ha asegurado que el aumento de las tarifas en este trimestre será mucho menor que en el primer trimestre . Así la aerolínea de bajo coste estima que las tarifas del segundo trimestre sean más altas que las del segundo trimestre del año anterior, pero en un porcentaje bajo de dos dígitos.
Por lo tanto, el resultado final del primer semestre dependerá en gran medida de las reservas de cierre de agosto y septiembre.
«Como es normal en esta época del año, tenemos una visibilidad del tercer trimestre muy limitada y una visibilidad del cuarto trimestre nula. Habiendo disfrutado de un excelente período de viajes de Navidad y Año Nuevo el año pasado», señalan desde la compañía.
APUESTA POR EL MEDIOAMBIENTE
La compañía mantiene además su apuesta por el medioambiente. El consejero delegado de la compañía Michael O'Leary, aseguró que «todos los clientes que se cambien a Ryanair desde aerolíneas tradicionales de la UE con tarifas altas pueden reducir sus emisiones hasta en un 50% por vuelo».
El directivo aseguró que la aerolínea sigue invirtiendo en aeronaves de nueva tecnología. Durante el primer trimestre recibió la entrega de 21 B737-8200 'Gamechangers' de bajo consumo de combustible (4 % más de asientos, 16% menos de combustible y CO2 y 40 % más silenciosos).
Además en mayo firmron un acuerdo con Repsol para suministrar SAF a las bases de Ryanair en España. Esto se basa en acuerdos similares de SAF con OMV, Neste y Shell y «pone al grupo aeronáutico en el camino para lograr su ambicioso objetivo para 2030 de impulsar el 12,5% de los vuelos de Ryanair con SAF, con un 9,5% ya asegurado».
Ryanair ha añadido que su iniciativa medioambiental más importante a corto plazo es presionar para que se lleve a cabo una reforma urgente del «ineficiente sistema ATC (controladores aéreos) de Europa».
La compañía ha presentado su Informe de Sostenibilidad 2023 'Aviación con Propósito' en el se indica que su reciente pedido de 40.000 millones de dólares (36.100 millones de euros) por 300 aviones Boeing MAX-10 (un 21% más de asientos, un 20% menos de combustible y un 50% más silencioso) les permitirá alcanzar objetivos medioambientales más ambiciosos durante la próxima década. También se ha publicado el Plan de Transición Climática del grupo.