Todos nos acordamos de los termómetros de mercurio, que se prohibieron tras ver lo peligroso que era este material para las personas. Ahora pasa algo similar con un nuevo elemento: el plomo.
"El plomo es un metal tóxico cuyo uso generalizado ha causado contaminación ambiental y problemas de salud en muchas partes del mundo", según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), afiliada a la Organización Mundial de la Salud. En su web recogen que puede afectar a partes del sistema del cuerpo humano, como el neurológico, el cardiovascular o el hematológico, sin olvidar los aparatos digestivo y renal. Según recoge El Confidencial este material es equivalente a las enfermedades cardiacas provocadas por el tabaco y el colesterol.
Cuidado con los niños
«Son particularmente vulnerables a la intoxicación por plomo", tal y como advierte la OPS, quien define que se debe en función de la fuente de contaminación, pues pueden absorber una cantidad mayor a cuatro y cinco veces mayor que un adulto. Además, otra vía de exposición es la oral, pues los pequeños suelen llevarse las cosas a la boca, por lo que el contacto es directo.
Por otra parte, los niños sufren mayor desnutrición, según la OPS por lo siguiente: "son más vulnerables al plomo porque sus organismos absorben mayores cantidades de este metal en caso de carencia de otros nutrientes, como el calcio o el hierro".