Antonio Miguel Grimal se ha ganado a pulso entrar en la historia de la picaresca española. Este hombre de 47 años lleva al menos seis años negándose a pagar la cuenta en los restaurantes a los que acude. Según informa la Cadena Ser, la última abogada de oficio que le ha asistido, Victoria Jiménez, este hombre acumula 46 detenciones, repitiendo siempre un mismo modus operandi: come lo que le apetece, pide la cuenta, asegura que no va a pagar y, si el hostelero opta por denunciarle, espera a la patrulla con indeferencia.
Grimal dispone únicamente de una pensión no contributiva, lo que le utiliza para esquivar todas las sanciones y, como mucho, sale del juicio rápido con una orden de alejamiento que le impide volver al local al que ha estafado. Es decir, Grimal ha dado con una especia de fallo en el sistema que, en la práctica, le permite seguir comiendo gratis casi con total impunidad.